-El impacto de pérdida de empleo fue cuatro veces mayor a la crisis de 2009
-La horas de trabajo tuvieron que disminuir para evitar contagios
– En el mercado laboral, las pérdidas dieron como resultado una disminución del 8,3 por ciento
Debido a la progresión de la pandemia, muchos negocios, empresas, y servicios de otro giro que constan de una base de empleados tuvieron que reducir sus horarios de trabajo para reducir contagios por coronavirus, o, de forma tajante cesar con las actividades. Esta reducción laboral, en algunos casos escalonada para procurar distanciamiento salió cara, al menos, para las actividades laborales.
Un reciente estudio de la agencia de la ONU que observa el mercado laboral mundial señala que los efectos de la COVID-19 ponen de manifiesto una disminución generalizada de las horas de trabajo y de los ingresos, y prevé para 2021 una recuperación lenta, desigual e incierta, a menos que los progresos iniciales se respalden con políticas de recuperación centradas en las personas.
La reducción de las horas de trabajo debido al impacto de la pandemia de COVID-19 le costó al mundo el equivalente a 255 millones de puestos de trabajo en 2020, comunicó la Organización Internacional del Trabajo. Señaló también que el “impacto masivo” fue casi cuatro veces el número perdido durante la crisis financiera mundial de 2009.
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Según el último informe de esta agencia de la ONU que observa la progresión de la pandemia del COVID-19 en el mercado laboral, las pérdidas dieron como resultado una disminución del 8,3 por ciento en los ingresos mundiales, antes de incluir medidas de apoyo, equivalentes a 3,7 miles de millones de dólares, lo que equivale al 4,4 por ciento del producto interno bruto mundial.
Si bien todavía existe un alto grado de incertidumbre para 2021, las estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo proyectan que la mayoría de los países podrían ver una recuperación relativamente fuerte en la segunda mitad del año, a medida que entren en marcha los programas de vacunación COVID-19.
La OIT prevé tres escenarios: una estimación que muestra una disminución del 3 por ciento por ciento de las horas de trabajo durante este año; un pronóstico más pesimista que indica una pérdida del 4,6 por ciento y, en el escenario más optimista, una disminución del 1,3 por ciento.
“Los signos de recuperación que vemos son alentadores, pero son frágiles y muy inciertos, y debemos recordar que ningún país o grupo puede recuperarse solo”, dijo Guy Ryder, director general de la OIT.
“Estamos en una bifurcación en el camino. Un camino conduce a una recuperación desigual, insostenible, con una desigualdad e inestabilidad crecientes y la perspectiva de más crisis. El otro se basa en un modelo que coloca al ser humano en el centro para reconstruir mejor las sociedades, priorizando el empleo, los ingresos y la protección social, los derechos de los trabajadores y el diálogo social”, agregó.
“Si queremos una recuperación duradera, sostenible e inclusiva, este es el camino al que deben comprometerse los responsables políticos”, añadió.
Las mujeres y los niños, los más vulnerables ante pérdida de trabajo
En términos de sectores y grupos, las mujeres se vieron más afectadas que los hombres, al igual que los trabajadores más jóvenes, de acuerdo con los datos del informe.
“A nivel mundial, las pérdidas de empleo de las mujeres ascienden al 5%, frente al 3,9% de los hombres. En particular, las mujeres tenían muchas más probabilidades que los hombres de abandonar el mercado laboral y volverse inactivas”, agrega.
De manera similar, los trabajadores más jóvenes perdieron sus trabajos, abandonaron la fuerza laboral o retrasaron su ingreso.