Ciudad de México. Luego de leer el artículo de Valeria Murgich sobre la tendencia de uso de redes sociales en las redacciones españolas, una serie de pensamientos referentes al futuro del periodismo -un oficio tan indispensable como evolutivo- salieron a la luz. La polaridad de las respuestas emitidas por los reporteros españoles, quienes a pesar de considerar las plataformas digitales como herramientas carentes de profundidad y credibilidad, están inmersos en ellas, motivó una serie de reflexiones sobre la clase de caminos que en México se están tomando con relación a la labor informativa en la era digital.

Más notas relacionadas:
El 93 por ciento de los periodistas usan redes sociales en su trabajo, aunque los consideren poco fiables
Crece a 52% el número de usuarios de internet en México
El Twitter entre las Relaciones Públicas y el Periodismo

Reducción del lenguaje

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) el 70% de los mexicanos no tienen desarrollado el hábito de lectura. Por si misma la estadística evidencia una problemática muy seria de educación en el país, que es interesante comparar con el vertiginoso ascenso que durante el 2013 tuvo el número de usuarios de redes sociales, así como la penetración de internet en la república mexicana. La realidad de las cosas es que el mexicano sí lee, pero lo hace de forma súbita y de preferencia en plataformas electrónicas. Campañas nacionales como la emprendida por el Consejo de la Comunicación “Leer 20 minutos al día” son muestra de ello.

Este fenómeno de lectura de “alta velocidad pero baja calidad” es aprovechado por las empresas que se dedican a la comunicación digital, sin embargo, el proceso de adaptación que demanda el nuevo público es muy susceptible a equivocaciones. La más habitual y grave de ellas, se comete en el afán de intercambiar la calidad de los contenidos por el volumen de producción de informaciones en tiempo real.

Tanto en México como en España, el problema no son las tecnologías, no son las redes sociales ni es el desinterés del público lector: lo que verdaderamente se está transformando con las prácticas editoriales es el lenguaje. La brevedad de los espacios de expresión en las plataformas de microblogging segregan de entrada los análisis y reflexiones profundas, cambiándolas por raquíticas síntesis de ideas en 140 caracteres. El periodista de la era digital tiene como obligación crear o solicitar espacios de difusión para los géneros más profundos del oficio. De esta forma podrá generar un amplio panorama crítico que nutra y mantenga el interés de sus espectadores.  

El nuevo Periodismo Digital

En un sondeo realizado a través de Twitter, preguntamos a distintos periodistas su opinión relacionada al papel que juegan las redes sociales en las redacciones contemporáneas. Para León Krauze, las plataformas digitales no sólo son una herramienta necesaria sino indispensable en el negocio (como lo expresó en su breve tweet), mientras que para el periodista Jenaro Villamil, el reto está en mejorar la calidad de los contenidos difundidos en este tipo de espacios.

Las nuevas tendencias de periodismo online, tendrán que poner en práctica métodos para abordar al usuario acostumbrado a escanear los textos. El paradigma digital del 2014, emerge de las entrañas del sistema como un gran reto, pero al mismo tiempo, como  una oportunidad de implantar la semilla de la curiosidad hacia las letras, hacia una mayor apertura y captura de información dentro de la sociedad mexicana.