Por Juan Cardenas
En esta época donde todo producto y servicio está disponible para ser un traje a la medida, personalizado, “customizable”, es normal que también las redes sociales se ajusten, pues todo lo queremos a nuestro estilo y personalidad.
Pero no me refiero a poder cambiar las fotos o incluso el color de Facebook, sino a algo más profundo, al contenido, razón y objetivo de las redes sociales. Desde principios de esta década muchas redes sociales especializadas inundaron la red, o diferentes servicios incluyeron esa opción mediante foros, reseñas, chats, etc.
Hoy en día, la combinación de versatilidad y necesidad es mucha y creo que puede llegar incluso a influenciar a las grandes redes, sobre todo cuando se les agote la fórmula de crecimiento y deban voltear simplemente al mantenimiento.
Para muchos puede ser difícil pensar en migrar de Facebook o Twitter a otras. Pero ya está pasando para muchos usuarios con Instagram y Pinterest. Otros quizá no lo piensan, y aman su vida y actividades digitales, pero están hartos de invitaciones repetitivas a apps o juegos, de temas políticos, deportivos o religiosos que no les van. Muchos no entienden Twitter, no tienen el tiempo para usarlo, otros no pueden darse el lujo de manejar el laberinto de seguridad y privacidad de Facebook, o simplemente no quieren tanta complicación.
Estos son rápidos ejemplos, de entre muchos que ustedes mismos viven o han escuchado. El fondo no es complejo, todos tenemos intereses, públicos o privados que deseamos alimentar, si encontramos redes sociales para ello, sin duda nos quedaremos ahí.
Así hoy en día hay sitios para fans del deporte (Phanoto, Kwarter, Bantr, Sports Fan Live, etc.) o del futbol solamente. Apasionados del arte (Lab for Culture, Artreview, Artslant, etc.). Hay algunas segmentadas para cierto tipo de gente (Mi gente para latinos), regiones o países (Tuenti en España, Viadeo en Francia, Meemi en Italia, etc.), para niños con toda clase de protección ofertada para los padres de familia (Everloop, Yoursphere, Scuttlepad, etc.). En fin, según los gustos o pasiones encontrarán casi seguro una red social.
Y las que mucho auge están teniendo, son aquellas que en la vida real no cuentan con espacios tan abiertos. Todas las que implican contenido sexual por ejemplo o algunas que no son redes o sitios web para encontrar pareja, sino para encontrar compañeros sexuales, citas casuales, con quien compartir gustos e intereses determinados. Obvio van desde redes un poco más abiertas o enfocadas a ello como Badoo o Tinder. A otras más específicas como Cougar Social Network, Swingoo y Swinger Social Network; o FetLife para todo tipo de fetiches. O ya de plano Pinsex.com (cuyo link no incluiré por no ser apto para oficinas donde quiero pensar muchos me leen, pero véanlo luego en casa) donde uno puede compartir y comentar sobre contenido erótico y/o pornográfico en diferentes categorías y clasificaciones.
Este último es una muestra de las necesidades, pese a tener contenido exclusivo para adultos, está muy bien hecho y creado. Incluso podemos decir finamente diseñado, y abierto para este tipo de contenido, respondiendo a las clausulas o restricciones que otras redes han encontrado difíciles como Vine, la misma Instagram y Facebook.
¿Podría ser entonces que las grandes redes o plataformas digitales desarrollen atajos, micro-redes temáticas o mejores sistemas de grupos donde encontremos solamente nuestros intereses? ¿O será que los nuevos usuarios y por nuevos me refiero a jóvenes, sabrán y les será normal manejar 10 redes sociales y cambiar de una a otra sin pesar? Finalmente, con todo el gasto en espacio y mantenimiento que requiere una red social, ¿será que hay mercado para existan tantas y de forma exitosa?