Nico tiene 24 aƱos y fue promovido en la agencia de publicidad para la que trabaja hace 4. Ahora es Gerente de Abrazos. Nico tiene SĆndrome de Down y se encarga de saludar, hacer sonreĆr, animar y abrazar a las 180 personas allĆ trabajan. No es cualquier cargo, mĆ”s bien es uno de los de mayor impacto, incalculable, porque cuando estamos tranquilos y nos sentimos queridos estĆ” comprobado que somos mĆ”s productivos. No hay la mĆnima duda al respecto.
AsĆ es que su funciĆ³n en la organizaciĆ³n es fundamental, y deberĆa serlo en todas las compaƱĆas porque ademĆ”s nada hace mĆ”s respetable a una empresa que ser incluyente. AhĆ ya demuestra otro nivel. Sensacional estrategia de la felicidad de la agencia colombiana Cyan. Invito a replicarla. CuĆ”nta falta nos hacen las iniciativas y estrategias que buscan el bienestar emocional. No bastan los aumentos de salarios, necesitamos aumentar las risas, la relajaciĆ³n y los abrazos.
Abrazar libera oxitocina que te hace sentir tranquilidad, confianza y cercanĆa; la sensaciĆ³n de ser tocar a otro activa los receptores y reduce la presiĆ³n arterial; los abrazos tambiĆ©n reducen la preocupaciĆ³n y el miedo, estabilizan el ritmo cardiaco y la salud en tĆ©rminos generales. ĀæPara quĆ© mĆ”s?
Siempre se celebran las estrategias de inclusiĆ³n, que son cada vez mĆ”s. Por ejemplo, en marzo de este aƱo, el Gobierno de la Ciudad de MĆ©xico incorporĆ³ a su nĆ³mina de trabajo a diez personas son SĆndrome de Down, quienes ya se encargan de ofrecer atenciĆ³n al pĆŗblico y de labores de comunicaciĆ³n. En CĆ³rdoba, Argentina, Tatiana LiĆ©vano, de 26 aƱos, es docente y directora de una biblioteca. Tiene SĆndrome de Down. Se funciĆ³n principal es orientar e inculcar la lectura en los niƱos.
En Chile, el equipo de trabajo de la āLavanderĆa 21ā lo conforman personas con SĆndrome de Down y la productividad y resultado son mejores que los esperados. Seleccionan la ropa, administran las mĆ”quinas, planchan y doblan. El nombre del negocio justamente surge en homenaje a la alteraciĆ³n del cromosoma 21. Lo verdaderamente importante es que no calculamos el impacto de este tipo de oportunidades en las personas para que se sientan autĆ³nomas, independientes y tengan su propio dinero.
Incalculable lo que una oportunidad laboral puede transformar una vida. Y asĆ, son muchos los ejemplos de pasos que vamos dando en ese sentido de que el mundo sea para todos. Conmueve.
El experimento es escalofriante y lo que verdaderamente nos muestran este tipo de iniciativas de VR es que nos va a cambiar la vida de una forma que no podemos imaginar y menos dimensionar. Ya nos estamos tele trasportando, viviendo otras realidades mediante imĆ”genes redondas y sonido, quĆ© impacto. Podemos estar ahora mismo en Somalia, en medio de la destrucciĆ³n de las matanzas y sentir que somos una niƱa de 10 aƱos que acaba de perder a su mamĆ” a causa de los disparos sin sentido.
Esta capacidad de inmersiĆ³n, seriamente, excede los lĆmites y se convierte en una Ā“herramienta para la empatĆaĀ“, por ejemplo en el caso del reciente experimento de Facebook, no estĆ” mal que muchos pudieran estar en zonas de desastres y, de alguna forma, vivir los sucesos, aunque no en carne propia, sĆ en auriculares propios.
Un ejemplo, Stanford Labex estĆ” realizando la investigaciĆ³n āEmpathy at Scaleā sobre interacciĆ³n humana virtual para que, mediante la postura de un casco Oculus Rift (dispositivo especializado de VR), las personas puedan experimentar lo que es no tener una vivienda, es decir, de vivir en las calles. Esta simulaciĆ³n consiste en la dramatizaciĆ³n como de un videojuego que adentra al cerebro del participante en una experiencia para sentirla como real.
Es una vivencia de inmersiĆ³n en el contexto y las historias de personas indigentes que pasan la noche en autobuses āde rutas 24 horas- para dormir bajo techo. En la medida en que avanza el viaje en el camiĆ³n, se puede hacer clic en cada pasajero para escuchar su propia historia de por quĆ© estĆ” ahĆ. Sencillamente un viaje sensorial y sin duda tambiĆ©n emocional. Los hacedores de este estudio hablan de lo Ā“incĆ³moda que es la empatĆaĀ“, y es cierto. Ponerse en los zapatos del otro no expulsa automĆ”ticamente de la dichosa zona de confort. QuĆ© miedo. Y quĆ© maravilla al mismo tiempo.
Ya en tĆ©rminos de la VR enfocada a fines de mercadotecnia, es sencillamente fantĆ”stico el experimento de una marca de analgĆ©sicos: hace sentir migraƱa a los compaƱeros de trabajo de algunas personas con migraƱa a travĆ©s de un sistema de audio y visual de VR. Conmovedor. Hacia allĆ” apunta todo, tanto en tĆ©rminos y fines de mercado, como de la vida. EmpatĆa o morir.