• Según Rock Content, el 62 por ciento de todos los empleados en Estados Unidos, desde inicios del año, usaba el formato home office

• De ellos, una cuarta parte aseguraba que se sentía mucho más satisfecho con su plaza y su empresa

• Además, ocho de cada diez aseguran que su productividad y eficiencia es superior trabajando desde casa

La salud, física y emocional, se ha convertido en un tema fundamental en las últimas semanas. No solo por la clara herencia que dejará la pandemia de COVID-19. Aparte, fenómenos como la cuarentena han puesto el bienestar integral de las personas al centro de la discusión. Esto es especialmente cierto al momento de ejecutar nuevos formatos laborales, aka home office.

Varios agentes han señalado que el trabajo remoto puede volverse un riesgo de salud. Según Forbes, tiene un impacto crucial en el bienestar mental. Y Pacific Prime señala que hay varios padecimientos físicos ligados directamente a la práctica del home office. En este sentido, para Sodexo es importante que las empresas tengan estrategias claras para cuidar de su personal:

Evitar cargas excesivas de trabajo en home office

Curiosamente, muchas empresas han aceptado con los brazos abiertos los formatos laborales desde casa. Pero no porque les llame la atención adoptar un trabajo más flexible. Hay un sinfín de directivos y líderes de equipo que están convencidos que, como el home office implica un ahorro en traslados, ese tiempo adicional se debe dedicar a la empresa. Un muy grave error.

Lo único que se logra cargando a los colaboradores con jornadas de nueve, 10, 11, 12 horas diarias es desgaste emocional y físico. Lo anterior no solo es terrible para su salud individual. Además, home office o no, el burnout desploma la calidad del trabajo que se realiza con el día a día. Eso sin contar que genera un desprecio por la empresa, reduciendo la fidelidad y moral.

Tomar en cuenta la situación personal de cada trabajador

De nuevo, el objetivo del home office es darle mayor flexibilidad a los empleados. Esto no solo implica dejarles trabajar desde su casa o en su pijama. Es también entender que cada persona tiene una situación social y psicológica distinta. Así como hay quienes no tienen nada mejor que hacer que trabajar, otros deben cuidar de su familia. Factores que no pueden olvidarse.

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El home office no es por default un mejor formato laboral. Para ser efectivo, se le debe dar la libertad a la gente de gestionarlo lo mejor posible a su vida personal. De esta forma no solo será una experiencia mucho más gratificante. También se podrá reducir la incidencia de ciertos fenómenos que pueden deteriorar la salud de los colaboradores, como el estrés o el burnout.

Adaptar el home office de cada colaborador lo mejor posible

Otra suposición errada de los espacios de trabajo es que la gente tiene todo lo que puede necesitar para llevar a cabo sus actividades desde la comunidad de su casa. Lo cierto es que el home office no siempre es algo natural. Hay personas que no tienen buenas computadoras o internet, así como roles que requieren herramientas mucho más especializadas para su labor.

Resulta indispensable que la empresa se tome el tiempo de verificar que cada miembro de la plantilla tenga lo que necesita para trabajar. En caso que le haga falta equipo o insumos, va a tener que proporcionárselos a lo mejor de sus capacidades. De lo contrario, será difícil, incluso imposible que dé los resultados esperados o necesarios para mantener el negocio de pie.

Implementar nuevas prestaciones para el home office

Para la gran mayoría de las personas, es preferible tener beneficios atractivos a ser candidatos para un aumento salarial o una promoción. Lo anterior por supuesto que también aplica para el caso del home office. Una gran forma de apostar por el bienestar físico y emocional de todos los colaboradores es otorgarle ventajas que les ayuden a mejorar su calidad de vida general.

Muchos empleados, en home office o no, dicen que los beneficios más atractivos son los que les permiten tener un mejor balance personal/profesional. Este es un buen punto de partida, pero es importante que las marcas recuerden que cada cultura es distinta. Con ayuda de las áreas de Recursos Humanos, hay que identificar importantes oportunidades de recompensa.