El 50.7 por ciento de los consumidores de televisión abierta en México lo hacen a través de las compañías de cable, según indicó el Estudio de la Televisión Abierta 2016, elaborado por el Departamento de Investigación de Merca 2.0.
La encuesta fue realizada a 638 personas y marca en su segunda opción que el 24.2 por ciento de los mexicanos recibe su señal por medio de una antena aérea o exterior, mientras que el 22 por ciento a través de una antena interior y sólo el 3.1 por ciento por medio de una antena parabólica.
La industria de la televisión abierta vivió un 2016 disruptivo, ya que vio el nacimiento de un nuevo competidor, la expansión de los OTT, la reducción de la inversión publicitaria, de sus ganancias y el aumento de sus pérdidas. Además conoció el disgusto de las audiencias por los contenidos de siempre.
La televisión captó 39 mil 900 millones de pesos en todo 2015 por concepto de publicidad y a total mercado, la televisión significará una cifra de 3 mil 206 millones de dólares en 2019, según la Cicom y PwC.
Existirán nuevos competidores locales, regionales o nacionales en televisión que resulten de los 148 canales disponibles que el IFT está licitando y de los que se presume ya están 29 grupos interesados en entrar a este mercado.
Los retos para las televisoras, comerciales o públicas, son muchos y las oportunidades se achican, pero existen. La televisión es el medio de comunicación más socorrido en México: llega al 97 por ciento de la población y los mexicanos miran televisión, cuando menos, 20.21 horas por semana.