En ocasiones, a pesar de trabajar duro y merecer un reconocimiento, rechazar este puede convertirse en tu mejor publicidad.
En el mundo de los negocios existen cientos de vertientes diferentes en las cuales podemos llegar a sobresalir por sobre las demás (si es que optamos por realizar las estrategias de marketing necesarias y las implementamos eficientemente).
De acuerdo con Failure Institute (El Instituto del Fracaso) el 75 por ciento de las empresas a nivel global cierran operaciones luego del segundo año de existencia, dando resultado a que solo el 25 por ciento de estas se logre mantener durante más tiempo; sin embargo, esto no quiere decir que todas logren permanecer. De igual forma en el estudio de Esperanza de Vida de los Negocios presentado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), muestra que de cada 100 negocios mexicanos que nacen, solo el 11 por ciento logran sobrevivir hasta los 20 años (cifras estimadas mediante el seguimiento de diferentes negocios, sustentado en Censos Económicos desde 1989 hasta 2009).
De acuerdo con el ex presidente del INEGI, Eduardo Sojo:
“Cinco años es el punto de inflexión en general para los negocios en el país, si llegas a cinco años la posibilidad de superviviencia aumenta considerablemente y creo que estudios de política pública van a ser muy importantes a raíz de esto”.
Es decir que si un negocio logra sobrevivir durante cinco años, es cada vez más probable que este logre tener éxito.
No obstante, muchos factores entran en juego a la hora de manejar un negocio, los cuales podrían llegar a ser decisivos a la hora de mostrar sus resultados positivos o negativos; entre ellos, el mal manejo de costos o subestimar los precios de producción, tener mal o poco capacitado personal, una mala ubicación, elección de horarios poco efectivos y la falta de un plan de negocio entre muchos otros más.
De igual forma cabe mencionar la necesidad que un negocio tiene al momento de realizar alianzas estratégicas, ya sea con proveedores, clientes, empresas, negocios, personalidades, inversionistas, etc., así como también es indispensable llevar a cabo las estrategias de marketing adecuadas en los canales que mejor le funcionen, dependiendo del sector al que guste dirigirse.
Como resultado de esto, podemos notar que es imposible construir un negocio de la noche a la mañana, ya que se trata de todo un conjunto de estrategias que a la larga dan forma a una marca o empresa, lo que puede conllevar a realizar gastos bastante representativos. Teniendo en cuenta los planes de negocio, puestos de trabajo, producción y distribución ya establecidos, aún falta una de las áreas más importantes a donde debemos dirigir nuestra atención, la publicidad.
La publicidad es una área de vital importancia que ha logrado ganarse su respeto en las marcas de todo el mundo gracias a sus resultados; de acuerdo con Statista, se tiene previsto que los gastos en publicidad durante 2021 logren superar los 690 mil millones de dólares, cifra a la que marcas como Amazon, Nike, Apple y demás contribuyen cada año para poder llegarle efectivamente a sus públicos.
No obstante, hay otro tipo de formas en la que podemos hacer publicidad, más allá de invertir altas cifras monetarias que podríamos utilizar para mejorar nuestros productos o servicios e incluso nuestra imagen, y se puede lograr haciendo cosas que no todas las empresas se atreven a hacer.
Restaurante rechaza reconocimiento y se vuelve su mejor publicidad
Los dueños del restaurante mexicano llamado Masala y Maíz, Norma Listman y Saqib Keval, informaron que a pesar de ser nominados para el premio de Macallan Icon Award 2021 para América Latina, decidieron rechazar el reconocimiento por The World’s 50 Best (que reconoce a los 50 mejores restaurantes del mundo), a pesar de que se sintieron “profundamente honrados de ser seleccionados, logrando convertir esto en su mejor publicidad.
Señalaron que esta controversial decisión se debe a que “instituciones como The World’s 50 Best fomentan una cultura fracturada a causa del abuso y sexismo”, por lo que consideraron que para lograr “el cambio que nuestra industria necesita, requerimos dejar de contribuir con un sistema que recompensa y prospera a partir de la explotación de los trabajadores”.
Esta acción, más allá de representar la pérdida de un reconocimiento, muestra que en ocasiones rechazar este tipo de oportunidades puede convertirse en nuestra mejor publicidad, ya que medios como Gastrolab y El Financiero, lograron poner dicha acción debajo de la lupa y exponer su historia al mundo, dando a conocer, además de su restaurante y la alta categoría de este, toda la historia sobre estos chefs y su negocio que se han sumado a otras causas, como la lucha por los derechos de las mujeres, además de ganarse aplausos por parte de sus seguidores en redes sociales.
De acuerdo con Listman y Keval:
“Estamos llenos de esperanza por los cambios que están ocurriendo en nuestra industria, deseamos continuar trabajando en comunidad y equipo para seguir apostando por un futuro saludable y justo para todos. Gracias nuevamente por el honor y el reconocimiento”.
No cabe dudas de que para que el restaurante de Masala y Maíz lograra ser nominado a este premio, tuvieron que llevar a cabo todo el proceso de negocio ya estructurado antes mencionado, por lo que posiblemente tenían bien merecido este premio ya que han logrado sobresalir por sobre otros miles de negocios que fracasan cada año; sin embargo, este no se adecuaba a los valores de su imagen, provocando que estos rechazaran el reconocimiento y en consecuencia, lograron lo que puede llegar a ser su mejor publicidad sin invertir tanto dinero específicamente destinado a esta área, además de permitirles utilizar este para mejorar sus productos y servicio.
De igual manera hemos visto a diferentes marcas y personalidades rechazar diversos premios con el fin de dar un mensaje al mundo, que si bien no recibieron cantidades monetarias, lograron obtener la mirada de millones de personas y ser tema de conversación en los diferentes medios de comunicación; como por ejemplo en 2017 con el caso de Natalie Portman, quien se negó viajar para recibir un premio honorífico en su trayectoria gracias a un spot que hizo para Dior con el fin de protestar sobre las decisiones políticas tomadas hacia la comunidad palestina.
Es por esta y más razones que en ocasiones, rechazar un reconocimiento puede representar ser la mejor publicidad para la imagen de nuestra marca.