Un maratón es una meta realmente extraordinaria, en la vida de prácticamente cualquier ser humano. Se trata de vencer una distancia de 42 kilómetros y 195 metros. No resulta una tarea sencilla. Correr un maratón demanda del deportista determinación, constancia. disciplina, esfuerzo y pasión, que en combinación le permiten cruzar la meta.

He tenido el gran privilegio de cruzar la meta de distintos maratones. Todos en circunstancias absolutamente distintas, y todos también, compartiendo una receta secreta que hoy te compartiré y que espero que sea de utilidad para emprender el reto de intentar cruzar la meta de tu propio maratón.

Siempre he creído que ante los grandes retos es necesario una gran causa. Es decir, que tengas muy claro cuál es el porqué de la meta que intentas. No basta con querer correr el maratón y cruzar su meta. Considero que resulta necesario tener un argumento central del esfuerzo, dolor y sacrificio que se emprende.

En el maratón se sueña, se ríe, se llora, se disfruta y se sufre, todo en mismo paquete. En el curso de esos 42 kilómetros y 195 metros se viven diferentes etapas, todas ellas enormemente formativas y algunas sumamente complejas, por lo mismo, el tener en mente una causa central se vuelve un antídoto poderoso ante los embates del cuerpo y la mente que nos exigen parar y que si él, resulta sencillo acceder y optar por la fácil, sentarse a la orilla del camino a lamentar el fracaso vivido; los argumentos para contar la historia de la derrota abundarán y el dolor personal también.

Además de una causa, es fundamental contar con un entrenamiento que más que ejercitar tu capacidad física y mental, te entrenará para el sufrimiento por largos periodos. Es así como el maratón se compara con la vida misma; en el maratón se viven prácticamente las mismas etapas, detalladas anteriormente, que en la vida. Por ello, resulta fundamental estar entrenado para sufrir y seguir adelante, y de ello se encargará el entrenamiento que por meses realizarás, de darte la fortaleza necesaria para sobrellevar los momentos más dolorosos.

El tercer elemento fundamental para lograr la meta del maratón es la estrategia de hidratación y nutrición que planeas con anterioridad y que ejecutas con exactitud el día del evento. Es necesario que conozcas qué cantidad de agua pierde tu cuerpo al sudar y los minerales que en ese proceso pierdes para que los repongas adecuadamente; lo mismo con las calorías que consumes al correr.

Una causa, un entrenamiento y una estrategia de hidratación y nutrición te ayudarán a cruzar la meta del maratón y de cualquier prueba compleja que en la vida enfrentes. Si no lo has intentado, hazlo.