Hoy más que nunca, las marcas tienen que evolucionar para poder fidelizar con el mercado, tomando en cuenta los motores que llevan a los consumidores a pagar más.
El consumidor de hoy es más espontáneo. De acuerdo con un estudio de Accenture, el 78 por ciento de los consumidores dicen que son menos leales a las marcas que hace 3 años.
De acuerdo con un estudio de KPMG, en categorías como: moda, comida y productos de lujo, la reputación de la marca es la más importante según señalaron el 33 por ciento de los consumidores.
Matthew B. Crawford en su libro The World Beyond Your Head Quotes señala que la publicidad que alude al interés propio, aleja a los consumidores de hoy en día. Los productos que se presentan como locales, orgánicos y elaborados bajo prácticas éticas resultan mucho más atractivos para la generación millennial.
Las nuevas generaciones compran alrededor de “la experiencia” y no los productos en sí. Las marcas que generan un cambio en favor de la sociedad y/o el medio ambiente, hacen que los consumidores se identifiquen más y prefieran invertir en ellas.
Un estudio de Nielsen reveló que el 66 por ciento de los consumidores están dispuestos a pagar más por un producto, si este es sostenible. De acuerdo con una publicación de Berkeley Haas, 9 de cada 10 millennials están dispuestos a cambiar a una marca con causa.
El 49 por ciento pagan más por ingredientes naturales u orgánicos, 48 por ciento por productos amigables con el ambiente y 39 por ciento si son socialmente responsables.
Recientemente, las industrias han respondido a esta tendencia con iniciativas como A Transparent Company quien se encarga de guiar a las marcas por el camino hacia la sustentabilidad. A través de la optimización y la mejora de procesos.
Un ejemplo de marca mexicana sostenible es Ohja, una compañía de bolsas cruelty-free, originaria de León, ofrece a sus consumidores un material de alta calidad, de origen sintético para proteger a los animales.