Apenas hace un mes comentaba los cambios que varias compañías líderes en redes sociales y negocios digitales preparaban y estaban llevando a cabo, entre ellas la primera incursión de Facebook con un dispositivo móvil, mercado donde las tendencias indican se está moviendo el negocio/tráfico digital.
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El experimento se llamó HTC First y fue valuado en su debut en un cómodo precio de $99.99 USD, con el (único) atractivo o diferenciador de tener el nuevo Facebook Home pre cargado. El lanzamiento fue como muchos otros de ellos altamente esperado y causo ruido de inmediato… que pronto se apagó.
Un mes bastó para que el primer intento de hardware Facebook fracasara rotundamente, y hoy ya se está pensando seriamente descontinuarlo, pues compañías como Verizon y ATT proveedoras de telefonía celular y datos digitales en los EUA no pueden venderlo ni siquiera por 99 centavos de dólar, precio actual en promociones que ante las nulas ventas de las primeras dos semanas, se implementaron.
Hace un mes, comentaba que el cambio para esta empresa como para Twitter y Youtube es necesario, pues su funcionalidad actual es insuficiente, funciona, pero eso no basta, lo que necesitan para seguir, o para que nosotros sigamos en ellas, es continuar ofreciendo algo nuevo, algo diferente, algo único. De ellas tres, Facebook es la más necesitada, pues ha complicado su navegación en demasía con el paso del tiempo, y los problemas de seguridad y legalidad han penetrado su universo de forma peyorativa y seria.
Pero está claro que no han acertado en la evolución que deben conseguir. El nuevo Facebook Home ciertamente facilita algunas opciones, como el chat, pero no brinda lo que Facebook más necesita hoy: simplicidad. Sabemos que detrás de todos estos cambios hay estudios guiando el camino de cada cambio o transformación. Especialmente en Facebook, una red social que surgió de escuchar las necesidades de una generación y dar el servicio que hacía falta. Hoy, que han crecido tanto, siguen aportando mucho y varios de sus estudios son incluso públicos, estos son tres ejemplos de algunos de los más recientes y los tres muy buenos e interesantes: 12 Pages Best Practices for Media Companies, Best Practices for Journalists, Slate Case Study.
Sin embargo ninguno fue para guiarlos en la dirección correcta con su primera incursión propia en el mundo móvil. En donde dicho sea de paso, nunca han sido ejemplares, su app históricamente ha mostrado deficiencias e insuficiencias, por lo que no tenían la confianza cimentada en sus usuarios como para ahora venderles un teléfono.
Además, en ese sentido, creo lo más preocupante de este caso de fracaso es para la marca HTC. En ventas el First ha sido peor incluso que el HTC ChaCha, en cierta medida un preámbulo a este, ya que su principal funcionalidad era mandar mensajes de textos y tenía una integración directa con Facebook, incluso con un botón especial. Pero causa asombro que en una época donde los modelos Android en muchas áreas superiores al iPhone, compiten tanto y no logran posicionarse por encima de este revolucionario teléfono de Apple; más la llegada del Galaxy o incluso el nuevo Black Berry y otros modelos de gran calidad, HTC haya ido con el Facebook Phone. Al parecer aplica el viejo dicho que tiempos desesperados requieren medidas desesperadas, pero ello no siempre garantiza éxito. Superar este bache será más fácil para ellos que para la más grande red social del mundo, quienes nos mantienen en expectativa sobre su futuro e inteligencia. Hasta ahora el ritmo de crecimiento desde su creación los mantiene como líderes todavía, pero a menos que sigan revolucionando o al menos mejorando, eventualmente será insuficiente y los pondrá en riesgos innecesarios.
