México, D.F.-. Ante una serie de reformas estructurales que plantean un panorama económico incierto, los hábitos de compra de los mexicanos sufren importantes modificaciones que intentan responder a las preocupaciones que dicha coyuntura trae consigo.

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Esto es consecuencia de un concepto básico en la cadena de comercialización que, como lo recuerda Carlos Vaca, presidente de BBDO México, indica que “el principal punto que determina el comportamiento del consumidor en México es el poder adquisitivo, es decir, la situación de la economía afecta directamente en el hábito de compra. El consumidor cambia constantemente de acuerdo a las circunstancias del país y de la economía”.

Al respecto datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) afirman que, durante el primer trimestre de 2014, el ingreso laboral per cápita de los mexicanos perdió 5.76 por ciento de su poder adquisitivo con respecto a lo registrado durante el mismo periodo de 2013.

Los números de la economía

En este contexto la situación económica del país se caracteriza por números negativos lo cual es una causa y efecto de la desconfianza en la economía mexicana que todos los agentes involucrados en la misma tienen para consumir e invertir.

De esta manera, estimaciones recientes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) afirman que para el cierre de este año, la economía mexicana crecerá 2.5 por ciento, un número alejado del 3.5 por ciento que el mismo organismo había proyectado a finales de 2013.

Una de las razones por las que las proyecciones de crecimiento económico presentan números menores a los estimados a finales del año pasado, es la reducción en el consumo de diversos productos y servicios como un efecto de las recientes reformas estructurales aprobadas -principalmente aquellas enfocadas en materia fiscal y hacendaria-, mismas que implican para el consumidor costos mayores al adquirir ciertos bienes.

Así, de acuerdo con previsiones del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), a dos meses de que entraran en vigor las nuevas disposiciones de la reforma fiscal, las familias de nivel socioeconómico medio vieron un impacto negativo en sus ingresos, el cual ascendió a 3 mil 400 pesos, mismos que equivale a 14 por ciento del gasto bimestral de estos hogares.

Cautela al comprar

El panorama anterior ubica al consumidor en un entorno de incertidumbre en donde las preocupaciones por cubrir sus necesidades con ingresos menores y mayores impuestos se intensifican.

María del Carmen Lezama, directora de planeación estratégica de JWT México afirma: “Si bien los niveles de inflación no son tan alarmantes, es cierto que hay gente que habla de tener un presupuesto más limitado, lo que los lleva a hacer mucho menos con el mismo dinero de hace un año o dos. Un ‘bolsillo apretado’ está generando un consumidor mexicano mucho más exigente en donde busca sacar el máximo provecho a cada peso que gasta en la compra de productos y contratación de servicios, es decir, obtener un mayor valor por su dinero”.

Más sobre este artículo en la edición de septiembre 2014.

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