El Departamento de Justicia de Estados Unidos dio a conocer que el banco de origen holandés, Rabobank, se declaró culpable de lavar dinero para el crimen organizado que opera en la frontera entre el vecino país del norte y México, por lo que deberá pagar 360 millones de dólares de multa, por fallas en los procesos de prevención de lavado de dinero.
Asimismo, el organismo norteamericano indicó que una filial la institución bancaria, ubicada en Roseville, California, aceptó culpa de un cargo de conspiración por delito grave por obstaculizar, así como de obstruir a su principal regulador la vigilancia del banco.
De acuerdo con el Departamento de Justicia, Rabobank procesó fondos ilícitos, además de que sus ejecutivos intentaron conspirar para ocultar estas fallas al regulador estadounidense. A su vez, explicó que las deficiencias en su programa contra el lavado de dinero permitieron que cientos de millones de dólares en efectivo, imposibles de rastrear, provenientes de México y otros lugares, se depositaran en sus sucursales bancarias rurales y se transfirieran mediante envíos electrónicos, cheques y efectivo, sin notificación alguna a las autoridades de ese país.
Además de que admitió que permitió que fondos ilícitos fueran procesados a través del banco, principalmente las sucursales de Calexico y Tecate en Estados Unidos.
Datos internos de la institución financiera, durante 2016 registró activos totales por 662 mil 335 millones de euros; cantidad inferior a los 678 mil 554 millones reportados un año antes. De igual forma, en el año de referencia, generó un 5.8 por ciento de rentabilidad sobre recursos propios.
Por lo que esta acción, además de la sanción económica, derivará en un impacto mediático así como de imagen y reputación, ya que Rabobank ha cobrado relevancia en las conversaciones sociales a medida que los medios difunden la noticia, y que propiciará en el imaginario colectivo sensaciones negativas.