Durante la victoria de México sobre Alemania hubo una historia en la que una marca hizo marketing social y brindó una experiencia a una niña mexicana que quería conocer a Andrés Guardado.
Megan Huesca fue el amuleto perfecto para México, ya que viajó a Rusia en compañía de su mamá para cumplir un sueño gracias a McDonald’s y salió al campo sonriente junto a su ídolo, que además fungió como capitán en este encuentro.
La niña fue seleccionada para viajar a Rusia gracias a su participación en un campamento organizado por la cadena de comida rápida y Glorias del Deporte, en el que participaron cerca de 80 niños en situación vulnerable bajo el programa Player Escort.
“El programa ejemplifica todo lo que queremos lograr para la niñez de México. Queremos ayudar a cumplir sueños, a brindar momentos especiales y contribuir a que desde pequeños, los niños y familias adopten estilos de vida saludables”, indicó Félix Ramírez Montiel, director de comunicación corporativa de Arcos Dorados para las divisiones Norte de Latinoamérica y Caribe.
Más de 119 mil niños de 11 países en los que opera Arcos Dorados en la región participaron para ganar esta experiencia, y fueron seleccionados 45 provenientes de países como Argentina, Brasil, Perú, Panamá, Costa Rica y México, entre otros.
Además de participar en la ceremonia inicial de diversos partidos durante el mundial, los niños participan en actividades lúdicas y educativas durante su estadía en Rusia, haciendo de esta experiencia un episodio inolvidable.
La responsabilidad social debe ser un mecanismo de conciliación y reconstrucción del tejido social, en el que se encuentren una comunidad que está siendo autosuficiente con la que no lo está logrando, para mirarse detenidamente, y así conocer los proyectos que en conjunto puedan construir.
Es importante tener en cuenta que casi siempre que hablamos de ética empresarial, solemos aludir a grandes multinacionales con un volumen de trabajadores determinado, ejerciendo la empresa su actividad en diferentes áreas geográficas.
A estas empresas se les exigen las mejores prácticas, la sustentabilidad y la justicia social, siendo un aspecto esencial, no sólo en grandes empresas, sino que todo negocio ha de estar orientado siempre a garantizar la responsabilidad social y la ética.
En la sociedad en la que toda empresa desarrolla su actividad, y considerando diversas situaciones como guerras, pobreza, el cambio climático, colectivos marginados, explotación y el impacto que están teniendo las mismas en la sociedad.