Cuánto es suficiente es la pregunta clave. Sí, cuestiona cuántas plataformas estará dispuesta a pagar una persona. Por ejemplo, Vindicia, empresa de investigación de mercados, indica que el promedio será de tres, cifra que parece coincidir con otros estudios. Pero la pregunta también refiere a la cantidad de contenido, ya no hablemos de su calidad, que es otro tema. Y luego, está también el otro cuánto, que refiere la duración de los contenidos. Quibi, lanzada el 6 de abril juega con ellos y los utiliza para diferenciarse o al menos trata de hacerlo.
¡¿Quiubo con Quibi?! La clave está en su nombre que es la abreviación de “Quick bits” y que la empresa ha complementado con “captivating entertainmet”. La lógica detrás está en que el contenido típico de una plataforma se conforma de series y películas cuya duración mínima es de 20 minutos, aunque la gran mayoría al menos tiene el doble (episodios de series) o más. Ello hace difícil consumir contenidos completos, de principio a fin, cuando se tiene poco tiempo. Inevitablemente se tendrán que pausar e interrumpir y muchos usuarios quieren contenidos que puedan ver por completo en periodos cortos (un trayecto en auto, mientras se está en una sala de espera). Por ello, la duración máxima de los contenidos de Quibi es de 10 minutos. La otra cuestión está en que al ser contenidos “portátiles” el vehículo principal por el que se ven es un teléfono inteligente. Para ello, Quibi funciona con turn style, es decir, su contenido se ajusta automáticamente para que el usuario pueda verlo, según prefiera o le convenga, en formato vertical u horizontal. El contenido de Quibi son principalmente series, cortos, cortos documentales, shows de realidad y noticias.
Como idea, Quibi suena bien. El proyecto tiene en gestación desde 2018 y tiene a Jeffrey Katzenberg como su fundador, director y principal promotor. Katzenberg, es también fundador de Dreamworks, el estudio detrás de películas como “Shrek”. Entre las figuras del entretenimiento que ya están produciendo contenido para la plataforma están Guillermo del Toro, Steven Spielberg e Idris Elba. “Most Dangerous Game”, “When the Streetlights Go on” y “Survive” son algunas de las películas que ya pueden verse y que están ya pre divididas en apartados de 10 minutos; este año habrá más de 175 producciones, al menos 8 mil 500 bits de contenido. La inversión en contenido original es de más de un billón de dólares. La cuestión está en que la respuesta, irónicamente, también está siendo corta.
En una semana Quibi, con un plan mínimo de 4.99 dólares al mes, consiguió 1.7 millones de descargas de la app y nuevos suscriptores. Sin embargo, en una semana salió del top 50 y en más de un mes está debajo de los 4 millones de usuarios. Por citar otro lanzamiento reciente y que, claro, como marca está muchísimo más posicionado, Disney+ consiguió 10 millones de usuarios en un día. La desaceleración hizo que Quibi ajustará su servicio, permitiendo que se comparta en redes sociales y que se pueda ver en televisión.
El diferenciador de Quibi es claro y tiene que ver con la forma en que se presenta y se puede consumir el contenido. Asume una dinámica distinta mientras se consume. En ese sentido es un punto intermedio entre una red social como YouTube y plataformas como Netflix, Amazon Prime, HBO Go o Disney+. Sin embargo, “el corto” recibimiento que ha tenido hace cuestionar si es nada más un buen concepto, si las reacciones se deben al contexto, como ha dicho Katzenber, donde la gente está más en su casa y quizás consumiendo contenidos más largos, aunque dónde queda YouTube. Hay un diferenciador entre ellos, pero Quibi tendrá que dejarlo mucho más claro.
Quizás la cuestión está en que la estrategia de marketing también se ha quedado corta. Y es que cuando se piensa y luego decidir explorar una nueva plataforma el gancho siempre es el contenido. Es la atracción en la marquesina, el motivo de entrar a la tienda, de comprar y regresar una y otra vez. Al momento, Quibi no ha conseguido que ninguno de sus contenidos sea tema de conversación. Mientras ello no suceda será difícil que el público la voltee a ver… mientras más se tarde más posible será que se quede su vida sea corta.
