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Se espera que las pruebas de la IATA de su app Travel Pass comience tan pronto como finales de este año
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Varias compañías de viajes en avión han tratado de convencer a los gobiernos de reemplazar el cierre de fronteras con pruebas COVID-19
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Al mismo tiempo, la ola de nuevos casos en algunas partes del mundo podrían causar más cierres de negocios y países en el corto plazo
A pesar que la pandemia no ha desaparecido, poco a poco la industria del viaje en avión se ha logrado recuperar ligeramente de su terrible 2020. Y como se espera que esta tendencia siga el próximo año, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) se está preparando para la nueva normalidad. De acuerdo con Reuters, se está trabajando en un“pasaporte digital” con el que los gobiernos de todo el mundo podrían compartir más fácilmente certificados de salud.
La idea es que esta propuesta se ejecute a través de una app llamada Travel Pass, que estaría disponible tanto para dispositivos Android como iOS. A través de esta plataforma, los usuarios podrán compartir los resultados de sus pruebas de infección y vacunación de COVID-19. Y así también podrían navegar con mayor facilidad las restricciones de entrada y salida que impone cada país al viajar en avión. Se espera que se implemente desde mediados del próximo año.
De acuerdo con el jefe de seguridad de la IATA, Nick Careen, la idea es darle a los gobiernos la seguridad que las pruebas de COVID-19 son suficientes para evitar contagios masivos. A la vez, se está trabajando en una aplicación de “Contactless Travel”. Ésta integraría las funciones de registros de salud en Travel Pass con la información de los pasaportes convencionales. Y así, poder crear una experiencia completamente digital y sin contacto al querer viajar en avión.
¿Podrán adaptarse los viajes en avión a la nueva normalidad?
La estrategia de la IATA habla profundamente a la situación de la industria de los viajes aéreos. Agentes como McKinsey se muestran optimistas ante la eventual recuperación de este tipo de marcas. Sin embargo, sí advierte que las travesías en avión requieren que las empresas del sector hagan una reestructura de sus modelos de negocio para abordar nuevas necesidades. Así pues, la introducción de esta app/pasaporte digital podría ser una importante en el futuro.
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Al mismo tiempo, podría ser retador generar confianza en los viajes de avión solo con el uso de una app de rastreo de pruebas y vacunas, en especial entre el público general. Según PwC los consumidores realmente, aún antes de la crisis de COVID-19, no confiaban en soluciones tecnológicas. En especial cuando éstas gestionaban información personal delicada, como lo podría ser el estado de su salud y si se han visto infectados o no por la actual pandemia.
También hay otras situaciones. De acuerdo con Brookings dejar las soluciones a la COVID-19, dentro o fuera de los viajes de avión, a agentes privados como la IATA podría llevar a una mala respuesta del público. Y en el camino, arriesgarse a provocar una ola de desinformación que derrote el propósito de este pasaporte digital. Así que, para que este proyecto funcione, se debe de contar con la participación proactiva de todos los gobiernos para generar confianza.
Una luz al final del túnel para las aerolíneas
Aún si la solución de la IATA no es perfecta, sí representa una mejora del actual panorama al que se enfrentan los viajes de avión. Dentro de México, algunas líderes de la industria están pasando por un periodo considerable de despidos y ajustes de negocio. Si bien la idea es hacer que su compañía se vuelva más ágil y productiva, es incierto si todos los agentes van a salir bien parados del proceso. Suponiendo, claro, que su reestructura no se quede a la mitad.
También desde el lado de la demanda hay algunas barreras que superar. Por ejemplo, Jalisco y Volaris, a mediados de noviembre, empezaron a ofrecer descuentos en viajes de avión. La idea era, por supuesto, convencer a los consumidores de volver a utilizar sus servicios y reactivar la economía. Se trató de una estrategia costosa, pues en conjunto los dos agentes financiaron recortes por 3.5 millones de pesos. Pero podría ser la dirección justa para promover confianza.