Santiago, Chile.– El tiempo pasa rápido y cada día queremos un poco más de ese tiempo para nosotros. No todos podemos ser millonarios, pero sí podemos ser “millohorarios”. Una excelente campaña de Castillo de Molina, que puede aplicarse a la vida.
Sabemos que no es fácil elegir entre vivir y trabajar. Sí, reconozcamos la realidad diaria. El mundo no para y aunque lo pidamos a gritos como Mafalda, nunca lo hará. En nosotros está la opción de elegir y ese es el concepto utilizado por esta campaña que, a ratos parece utópica, pero que nos lleva a pensar qué queremos realmente de la vida.
Se trata de un excelente llamado al anhelo mundial de tener más momentos gratos en compañía de los que queremos y menos presiones obligatorias. Los testimonios no dejan de llegarnos con fuerza porque, aunque claramente están pauteados, hacen que nos identifiquemos con situaciones que vivimos a diario.“El mundo corre cada vez más rápido, pero eso no significa que tengamos que correr para alcanzarlo” dice una de las frases que permanecerá dando vueltas por un rato.
Tal vez no tengas acceso a probar el vino que se promueve, pero es claro que recordarás la imagen de la marca por su asociación con tu propia historia. Conocer al ser humano es tarea diaria del marketing y la publicidad. Intentar satisfacer sus necesidades, el objetivo que las mueve. Simple, para no olvidar.
Y tú ¿quieres ser millohorario?