Santiago, Chile.- ¿Quisieras tener más seguidores? ¿Te gustaría que tus opiniones fueran de dominio público? ¿Piensas que tu aporte como empresa o persona es digno de ser seguido? ¿Quieres ser una persona “influyente” en línea? Tal vez este artículo te puede interesar.
Convengamos que la influencia real tiene una fuerza que encanta. Los políticos, las marcas y las empresas están tras la gente influyente, porque su sola presencia vinculada a ellos, en comerciales, placements o como invitados en alguna ocasión, basta para que la gente se sienta identificada con ellos y valoren su “consejo”, cualquiera que este sea. Quienes tienen una influencia real, poseen además un valor comercial enorme. La publicidad busca y paga a los líderes de opinión, gente que realmente es influyente.
Sin embargo, lo que la gente piensa sobre influencia en línea es algo totalmente distinto y corresponde a lo que Jim Conolly, experto en marketing, llama la “aprobación social” más que influencia.
Entonces ¿cuál es la diferencia entre ambos conceptos? La influencia es real y consigue que las cosas sucedan. Una persona influyente puede actuar y solucionar un gran problema porque conoce a la persona indicada, es valorada por gente de alta influencia y por tanto tiene una gran llegada a ellos. Una persona realmente influyente puede hacer una llamada y cambiar el destino de una persona o una empresa.
La persona que es aprobada socialmente en cambio tiene imagen de ser influyente y, probablemente pueda tener resultados interesantes en ciertas situaciones, pero no conseguirá grandes cosas sólo por tener muchos seguidores en Twitter o FB. La influencia real toma bastante tiempo y muchas acciones. En Chile, uno de los grupos que son aprobados socialmente y validados en redes sociales, son a quienes se los considera de los 140 personajes más influyentes del país y forman parte de www.140scl.cl y pueden tener cierto éxito en las campañas que surgen en la red, pero cuando son llevadas al terreno real, la influencia no siempre es tal.
La aprobación social está más relacionada con la imagen que da alguien que tiene muchos seguidores. Es como una tienda. Si está llena, uno supone que algo bueno debe haber en su interior y, salvo que seas muy indiferente, entrarás a ver qué sucede. A diferencia de la influencia real, en redes sociales es muy fácil fingir la aprobación social.
De hecho cualquiera puede sumar a muchas personas para quedarse con el 20% que lo seguirá de vuelta o comprar entre 10.000 y 20.000 seguidores por US $30. ¿Quieres descubrir a algunos supuestos influyentes en la red? Busca a sus seguidores en Twitter y te darás cuenta que muchos han tuiteado una o dos veces o simplemente no existen, pero tú ves la cantidad increíble de seguidores y puedes confundirte.
Tal vez quienes dedican su tiempo a sumar gente para aparentar una aprobación social, podrían utilizarlo para forjar una influencia real, la cual sería mucho más productiva para su persona o su empresa.
¿Cómo hacerlo?
Generando mejor contenido para tu sitio web con el objeto de ganar el respeto del publico
Utilizando el tiempo en profundizar tu relación con tus seguidores, para estableces lazos fuertes, más que buscar una multitud a la que no escucharás.
Aprendiendo cada día de tus seguidores y compartiendo conocimientos que te parezcan de interés real.
Si consigues una influencia real, la aprobación social vendrá por añadidura. Puede tomar más tiempo, pero tendrás resultados más sólidos en redes sociales y en la vida.