Santiago, Chile.- Me quedé leyendo la nota de un marketero nacional en otra publicación en la cual habla de la ‘farsa’ del personal branding y aborda el tema de la gente que dice ser lo máximo en la materia, es un genio en el autobombo y luego, cuando tiene la oportunidad de compartir con grupos y profesionales, tiene poco o nada que aportar. Es cierto, hay muchos de esos, pero también hay otros quienes cada día intentan aprender algo nuevo y, por lo general, no se auto promocionan en demasía.
Lo hemos repetido hasta el cansancio, la profesión (¿u oficio?) de Community Manager es relativamente nueva y si bien pertenece al área del marketing y la publicidad, está claro que no es necesario ser un egresado de esas ramas para oficiar como gerente de redes sociales. De hecho hemos hablado muchas veces de lo que tiene que saber un CM, de los errores que nunca debe cometer y por supuesto recuerdo haber escrito sobre si existe o no el perfil del profesional.
Cuando partí con las cuentas que manejo, hace recién algo más de un año y medio, le pregunté a otra periodista, que ya trabajaba en la cuenta de El Quinto Poder en forma exclusiva, cuáles eran los pasos que debía seguir para tener éxito. Me dijo muchas cosas, pero insistió en algo “leer, leer y leer”. El mejor consejo que he recibido, definitivamente y no digo que tenga éxito, pero voy aprendiendo.
La literatura sobre marketing digital es inmensa y, lo más interesante es que varía a diario, como consecuencia de la dinámica de las herramientas que surgen en un dos por tres, las nuevas redes y sus aplicaciones, sin mencionar, por supuesto, al objetivo fundamental: la gente. Por ello, cada información que descubres en la red, puede ser un aporte para tu propia carrera en las redes sociales y en el marketing en general.
Muchos publicistas colegiados sugieren que las 4 “P” están obsoletas. Yo no lo afirmaría con seguridad, porque existe una base de conocimientos interesantes asociados a la teoría original. Sin embargo, sigo pensando que lo que rige el marketing digital se relaciona con las personas en forma infinitamente más directa que antes y agrega otra letra a la creciente teoría especializada, la gran F, de flexibilidad. Pero, para desarrollarla y aplicarla cuando corresponda, es necesario ir aprendiendo sobre el ser humano un poco más cada día.