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Meditar se está volviendo una actividad cada vez más popular tanto en el entorno personal como el profesional
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Entre 2012 y 2017, se multiplicó por 10 la cantidad de jóvenes que practican la meditación
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Asimismo, para 2018, más de la mitad de los empleadores ofrecían clases de mindfullness y meditación
Hoy en día es más claro que nunca que la población tiene un interés particular en cuidar de su salud mental. Cada vez más apps y plataformas digitales ofrecen a las personas indicaciones para cuidar de su bienestar psicológico y emocional. También se está convirtiendo en un tema recurrente entre los empleadores. Incluso las redes sociales están siendo obligadas a medir con más precisión su impacto. En medio de este ecosistema, sobresale la acción de meditar.
De acuerdo con agentes como Disturb Me Not!, se estima que entre 200 y 500 millones de personas en todo el mundo suelen meditar con regularidad. No solo eso, sino que hay pruebas que esta acción permite reducir los niveles de ansiedad en más de la mitad de las ocasiones. Incluso hay pruebas que reduce el tiempo de insomnio en 50 por ciento. Tendría también un efecto muy significativo en reducir la incidencia de enfermedades relacionadas con el corazón.
Pero aunque así lo parezca, la realidad es que meditar no es una actividad sencilla. De hecho, muchas personas pueden quedar desilusionadas con sus resultados, cuando en realidad no se han tomado las medidas necesarias para tener una mejor experiencia. Si la gente no se toma en serio este ejercicio, es probable que no pueda aprovechar los beneficios que otros, más dedicados, sí obtienen. En ese sentido, Mar del Cerro apunta que hay cinco recomendaciones:
Tener la intención de meditar
Aunque suene muy básico, lo primero que se debe de tener es una buena disposición. En casi cualquier aspecto de la vida diaria, tener una actitud propositiva cambia radicalmente cómo las personas se sienten con respecto de la actividad en cuestión. Si la gente entra con una mentalidad negativa y escéptica, es muy probable que no haya ningún cambio. Pero con darle una oportunidad sincera, los individuos se pueden sorprender a sí mismos con los resultados.
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Darle un tiempo en la agenda
Es cierto que hay muchos formatos de meditación, incluso aquellos que no requieren dedicar sesiones largas para obtener beneficios inmediatos. Sin embargo, especialmente al inicio, es muy importante que la gente sí le dedique un tiempo determinado a meditar. No solo para que puedan estar concentrados en la actividad en sí y no en las demás preocupaciones de su día a día. También les permitirá prestar atención a las indicaciones y desarrollar una mejor técnica.
Hallar una buena guía para meditar
Una vez que la gente gane un poco de experiencia, podrán acompañar sus sesiones con la música o los sonidos ambientales que más les funcionen y les relajen. Pero en el inicio, es crucial que la gente encuentre un buen guía para estas sesiones. Es importante no solo que sea una persona con una voz que les parezca relajante y agradable. De preferencia que sea en el idioma natal, para que no haya problemas para entender las indicaciones que les presenta.
Poner una alarma o cronómetro
A inicio, es muy común que la gente se quede dormida al meditar. Esto no es malo en sí mismo, solo indica que se requiere más práctica para no relajarse de más y lograr un nivel más óptimo de concentración. Sin embargo, si se ha definido un tiempo específico para esta tarea y se tienen que atender otros pendientes después, un temporizador ayudará a la gente a no quedarse ahí. Si es una sesión de 10 minutos, se pueden poner entre 12 y 15 minutos al reloj.
No te estreses con la perfección al meditar
Como en cualquier otra actividad, la práctica hace al maestro. Si no se logran los resultados deseados de inmediato, no significa que no sirva o que no se esté haciendo bien. Muchas veces solo implica que es necesaria un poco más de experiencia. Así pues, no hay que abandonar el proyecto después de tan solo dos o tres sesiones poco satisfactorias. Ni se debe de seguir adelante con la angustia que no están saliendo las cosas bien. Poco a poco mejora.