Para algunos especialistas la presión que están ejerciendo servicios de streaming como Netflix o Disney Plus a las cadenas de televisión convencionales como Televisa es simplemente aplastante.
Revisar las cifras alrededor de estos dos jugadores podría no dejar duda al respecto. Y es que el consumidor es cada vez más afín a opciones de entretenimiento que le permitan disfrutar desde casa o en cualquier otro lugar sin limites de tiempo o barras de programación.
Se quedan con el 25 por ciento
Las cifras son claras y contundentes al respecto. Un estudio firmado por OBS Business School, indica que las plataformas audiovisuales como HBO Max, Netflix, Amazon Prime y compañía ya dominan el 25 por ciento del mercado televisivo mundial y cuentan en sus arcas con cerca de 900 millones de suscriptores.
“El Covid-19 ha abierto una ventana de oportunidad para las plataformas audiovisuales digitales, elevando las audiencias y generando nuevos patrones de consumo que, aunque puedan moderarse en el horizonte de la normalización derivada de la vacunación y durante la pospandemia, no parece previsible que desaparezcan a medio plazo”, indicó uno de los autores del informe, el profesor de la Universidad Carlos III de Madrid y colaborador de OBS Business School Jorge Tuñón.
Aunque con el confinamiento la llamada “televisión tradicional” registró récord de audiencias, la realidad es que fueron las plataformas de streaming en digital las que mayores crecimientos generaron con una alza del 70 por ciento en el tráfico.
A pesar de que las plataformas de streaming no publican datos concretos de suscriptores, el informe indica que con cerca 183 millones de suscriptores y un 12,6 por ciento del consumo global de Internet, Netflix es la mejor posicionada, seguida de Amazon Prime Video (150 millones de suscriptores), HBO (140 millones), Disney Plus (50 millones) y Apple TV (33 millones).
“La lucha por el pastel es feroz y aunque el predominio de momento está en manos de Netflix, la pionera, lo cierto es que el peligroso Amazon Prime Video, patrocinado por el hombre más rico del mundo, Jeff Bezos, parece constituir por el momento la opción más seria para desbancarle en el futuro”, apunta el texto.
Una nueva iniciativa
Lo cierto es que en medio de esta tendencia, cuando menos en México, firmas como Televisa o TV Azteca podrían quedarse con un trozo nada despreciable de este pastel y no necesariamente por sus propuestas de streaming disponibles en el mercado.
A decir de información dada a conocer por Centro-i, durante febrero pasado, el senador de Morena Ricardo Monreal presentó una iniciativa para dar marcha atrás a la vigente Ley Federal de Cinematografía, con miras a expedir una nueva Ley Federal de Cinematografía y el Audiovisual.
Entre otras propuestas, esta iniciativa considera que en el caso particular de la distribución, exhibición y comercialización de los contenidos mediante plataformas digitales, servicios como Netflix y compañía tendrían que reservar el 15 por ciento de su portafolio de contenidos a obras cinematográficas y audiovisuales nacionales, que no hayan sido producidas hace más de 25 años.
Aunque esto podría ser una buena herramienta para impulsar el cine y la producción audiovisual nacional, para muchos especialistas se trata de un movimiento que tendría apenas dos ganadores: Televisa y TV Azteca.
En medio de una participación en un foro realizado por Centro-i, Miguel Flores Bernés, socio de Greenber Traurig, aseguró que esta propuesta no está basada en un análisis correcto de costo beneficio al tiempo que podría generar discrepancias importantes en el mercado que darían como resultado beneficios concentrados.
“El único que va a poder cumplir con esta norma de origen como está redactada es Televisa, TV Azteca y solamente ellos se van a beneficiar de esta cuota, sí es muy riesgoso que se quede así”, aseguró el especialista del sector de telecomunicaciones.
Un problema grave
Adicional, aseguró que esta decisión iría en contra de tratados intencionales como el capítulo 19 del TMEC, el cual prohibe el trato discriminatorio, además el de inversión, servicios.
En la misma línea, Sissi de la Peña, vocera de la Asociación Latinoamericana de Internet (ALAI), expuso que “esta iniciativa que busca establecer una cuota de 15 por ciento para contenido nacional en plataforma OTT no solo tendría un impacto negativo en la industria audiovisual en México, sino también en los consumidores mexicanos dado a las limitaciones que impondrá. Sobre todo, esto viola los compromisos que México ha adquirido en el TMEC en varios capítulos, como el 14, 15 y 19”.
El problema no es menor y en realidad los grandes perdedores podrían ser los productores independientes o de menor tamaño que justamente han encontrado en servicios como Netflix una manera de llevar sus producciones a la pantalla y competir con las creaciones de gigantes en la materia como Televisa y TV Azteca.
La directora de Centro-i, Elena Estavillo, afirmó que la producción y distribución de los contenidos audiovisuales en México está claramente concentrada, en donde históricamente ha existido un jugador dominante.
“No ha cambiado esa situación; hay que tener mucho cuidado para que esta concentración no se replique al mundo digital, la regulación tiene un papel fundamental. Si trasladamos solo lo que ha estado sucediendo en la exhibición, distribución física, vamos a tener un mercado concentrado, donde nuevamente va a haber pocos espacios para la creatividad y obras que expresen la diversidad cultural”.
Aunque la nueva es apenas una propuesta, lo cierto es que es una iniciativa que no se debe minimizar, considerando que el único afectado podría ser el consumidor, toda vez que esta posible normativa podría limitar la libertad para ver lo que quiere cuando quiere. El portafolio estaría de cierta manera predefinido y sujeto a ciertas restricciones.