Las últimas semanas del año serán complicadas en la Argentina, especialmente en lo que al lobby de las empresas se refiere, ya que el Gobierno anunció una reforma tributaria que, una vez aprobada en el Congreso, comenzaría a regir desde 2018.
Entre los cambios propuestos, se analiza una importante rebaja de los impuestos internos que tienen los productos electrónicos (smartphones y smartTV) y algunos vehículos. Al mismo tiempo, se estudia una fuerte suba en las alícuotas que deben pagar otros productos, como las bebidas de alta graduación alcohólica y los refrescos con azúcar agregado. En un comienzo se habló de una tasa mayor para las cervezas y el vino, pero se desestimó.
Además, se aplicará el IVA (Impuesto al Valor Agregado) –21%– a los servicios digitales prestados por empresas del exterior, como los servicios de streaming Netflix y Spotify.
Este nuevo escenario ha generado la reacción de algunas de las compañías cuyos productos o servicios se verían afectados con las nuevas medidas. Una de ellas es Coca-Cola, que advirtió que podría frenar unas importantes inversiones que tenía previstas para el año 2018.
“Coca-Cola Argentina analiza frenar la inversión de US$ 1.000 millones en el país anunciada el año pasado y dejar de comprar insumos (jugos en Argentina de limón, manzana, naranja, peras, pomelo, uva y durazno), con el consecuente impacto económico que eso tendría en varias provincias”, publicó La Nación.
“En total, Coca-Cola adquirió 42.000 toneladas de esos productos en 2015, por un valor de US$ 240 millones. El 82% se destina a exportación para producir bases de distintas bebidas en 21 países que, a su vez, abastecen globalmente al sistema Coca-Cola”, amplió el medio argentino, destacando que también la Federación de la Industria de Bebidas Espirituosas criticó también al Gobierno al considerarse discriminandos por los nuevos impuestos.
Al mismo tiempo, la Cámara Argentina de la Industria de Bebidas Sin Alcohol (Cadibsa) dijo en un comunicado que “la eliminación del impuesto interno al vino, al champagne y a la cerveza, y el incremento de impuestos sólo a las bebidas sin alcohol azucaradas (refrescos) son medidas claramente discriminatorias contra las economías regionales de 12 provincias productoras de insumos como azúcar y jugos de frutas”.
Así las cosas, mientras las empresas hacen lobby para modificar los proyectos, desde esta semana comenzarán a tratarse los cambios tributarios en las distintas comisiones del Congreso. Hay que esperar para ver qué resultará ser lo definitivo.