- La reventa de boletos para eventos en vivo se ha disparado en 2023, generando preocupaciones los organismos fiscales estadounidenses.
- Una nueva ley en ese país exige a plataformas como Ticketmaster y StubHub informar sobre revendedores con más de U$S 600 en boletos.
- La reventa de entradas, bajo la lupa del IRS.
El 2023 ha sido testigo de un auge en la reventa de boletos para eventos en vivo. Luego de la pandemia, shows de toda clase generaron (y siguen generando) un atractivo pocas veces visto en la industria del entretenimiento.
El “boom” de la reventa de entradas es generalizado en todo el mundo, y América Latina no es la excepción.
En Estados Unidos, por caso, el “Eras Tour” de Taylor Swift y los partidos de Lionel Messi en el Inter Miami CF, dispararon las reventas hasta precios insospechados. Tanto ha sido así, que se encendieron las alarmas en el Servicio de Impuestos Internos (IRS), el organismo estatal equivalente al SAT mexicano.
En efecto, muchos de los estadounidenses que revendieron entradas a distintos shows en 2023 y ganaron con eso, ahora se enfrentan a una sorpresa desagradable: tendrán que pagar impuestos sobre las ganancias generadas por la reventa de boletos.
Es que una nueva ley exige que las plataformas de venta de boletos, como Ticketmaster y StubHub, proporcionen información al IRS sobre los usuarios que hayan vendido más de U$S 600 en boletos este año.
Esta medida coincide en un momento en que el mercado secundario de boletos ha experimentado un auge, con precios exorbitantes en la reventa de entradas para eventos populares.
Reventa de tickets de Taylor Swift
Por ejemplo, el precio promedio de las entradas de Taylor Swift vendidas en StubHub superó los U$S 1,000, y los boletos premium alcanzaron cifras de miles de dólares.
Asimismo, los partidos de fútbol de Lionel Messi con el Inter Miami CF vieron un aumento enorme en los precios de las entradas, llegando a U$S 255 por boleto desde un precio inicial de U$S 30.
Este fenómeno ha sido impulsado en gran parte por revendedores aficionados, que representaron aproximadamente el 70% de los pedidos de entradas para el “Eras Tour” de Taylor Swift en Estados Unidos, una proporción mucho mayor de lo habitual, dice el Wall Street Journal.
Antes, las plataformas de venta de boletos solo debían enviar los formularios relativos a la ganancias de sus usuarios al IRS si alguno recibía más de U$S 20,000 en ingresos y realizaba más de 200 transacciones.
La nueva ley, que nació tras el paquete de ayuda por el coronavirus, reduce este umbral a U$S 600, sin importar el número de transacciones.
Esta medida tiene como objetivo dificultar la evasión fiscal en la reventa de boletos, y aunque estaba programada para entrar en vigencia en el año fiscal 2022, su implementación se retrasó hasta 2023.
Sorpresa para algunos
A medida que se acerca la fecha límite para la presentación de informes fiscales, el IRS espera recibir alrededor de 44 millones de formularios (el llamado 1099-K) en 2024, lo que representa un aumento significativo con respecto a los 11.1 millones de formularios enviados en 2021 bajo el antiguo umbral.
Si bien esta medida busca aumentar la recaudación de impuestos sobre las ganancias de la reventa de boletos, también ha generado controversia, con opositores que buscan revisarla y establecer umbrales de presentación de informes más altos.
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