Disney+ llegará a México a finales de año y lo hará también en otros países de Latinoamérica. El plan es que para 2021 esté en todo o casi todo el mundo.
Al momento, con poco más de 60 millones de suscriptores ocupa ya el 36% del mercado, únicamente superada por Amazon Prime y Netflix, el líder con 75 por ciento y casi 200 millones de suscriptores de acuerdo con Variety. Ahora, la cuestión está en que el primero ni siquiera tiene dos años, mientras que Netflix lleva más de una década. Más allá de ello, la plataforma dominante ha visto su crecimiento disminuir de manera drástica (su proyección para el penúltimo trimestre de 2020 se quedó en un tercio de lo esperado) lanzando un par de preguntas determinantes, ¿quién se quedará con la corona en los servicios de streaming? ¿Qué lo determinará?
En primera instancia, hay que decirlo, todo mercado tiene un límite. Si se compara a los servicios de streaming con la televisión de paga, Statista reporta que en algunos países es apenas del 26 por ciento (Brasil), mientras que en otros alcanza casi al 100 por ciento (EE. UU.). La media lo ubica en un 60 por ciento. Ahora, el servicio es similar, aunque no necesariamente igual. La televisión de paga regularmente incluye distintos tipos de paquetes y está sujeta a un equipo que no es portátil. Los servicios de streaming, dependiendo de cuál se trate, cuentan en algunos casos con un acceso también a contenidos de ciertos canales, más los propios. En algunos casos todo por un mismo precio, en otro por un costo adicional o pagando el evento, la película o la serie en cuestión. Los “más generosos” como Netflix, cobran una cuota y cada semana ofrecen contenido nuevo propio o catálogo de estudios. Ahí hay ya una diferencia relevante. Luego está el hecho de la portabilidad, las plataformas se pueden ver en la televisión, equipo de cómputo u otros dispositivos (tabletas o celulares inteligentes). En ambos casos, al menos se puede tener acceso en más de un equipo. Otra ventaja de las plataformas está en que se tiene 100 por ciento de libertad en cuanto a qué se quiere ver y cuando.
Con una población mundial que casi alcanza los 7 billones de personas, aún hay mucho trecho por cubrir, pero, la competencia comienza a cerrarse. Estudios de Forbes indican que el ciudadano promedio está dispuesto a pagar por dos servicios de streaming, siendo el máximo de cuatro. ¿Cuáles serán? La respuesta parece ya dada, Netflix y Disney+, aunque no necesariamente en ese orden. En el contenido está la clave.
Disney+ tiene como ventajas el amplio catálogo de Disney (Pixar, Marvel, Star Wars, etc.), al que hace poco se unió el de 20th Century Fox (Avatar, Los Simpsons, etc.), y, desde luego, el formar parte del conglomerado más fuerte en la industria del entretenimiento. Su contenido es de corte familiar y ya incluye series exitosas como “The Mandalorian” y otras prometedoras como “Wandavision”, serie que expande el Universo Cinematográfico de Marvel. Quizás ésa sea una desventaja para quiénes quieran ver contenido más adulto puesto que aún no queda claro cómo se resolverá el que ahora un título como “Deadpool” le pertenece, aunque claro, hay que decirlo, Disney es dueño también de Hulu y de ESPN, cubriendo con ellos otros segmentos.
Por su parte, Netflix es probablemente la plataforma con más producción nueva, estrategia que busca ayudar a incrementar su contenido original dado que ha ido perdiendo y lo seguirá haciendo contenido de otras fuentes. Por ejemplo, una serie como “Friends”, de las más exitosas, eventualmente desaparecerá de las regiones en las que aún está. A favor de Netflix está el que produce en distintas partes del mundo, generando contenido afín al mercado que luego aprovecha de manera global (series como “El protector”, por mencionar una), produce distintos géneros y para muy diversos segmentos, pero, y es un pero muy grande, su calidad es bastante desigual. Es decir, a diferencia de Disney que ya tiene ciertos estándares de calidad, Netflix bien puede presentar una película que acabará nominada al Oscar o una como “Amor. Boda. Repetir” o “6 Underground” que llaman la atención los primeros días y luego desaparecen. La más grande crítica que tiene es que es mucha cantidad y poca calidad.
El ritmo de crecimiento de Disney+, aunado a estrategias que ha implementado como el envío directo de títulos muy esperados (“Mulán” y “Soul”, por citar un par), parecen indicar que la brecha que lo separa de Netflix se cerrará de manera dramática durante el próximo año. El resto de los competidores tendrá que diferenciarse, con contenido y otras estrategias, para hacerse de nichos. En cualquier caso, como en todo, el contenido es la clave.