Por Alvaro Rattinger
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Una economĆa moderna esta constituida entre muchas cosas por una suma de estĆmulos. TambiĆ©n llamados incentivos económicos, estos se utilizan para estimular un comportamiento deseado. SegĆŗn la ley bĆ”sica del comportamiento implica que cuanto mayor sea el incentivo o estĆmulo ofrecido mayor serĆ” el esfuerzo del receptor y mejor su resultado. Cada vez que un gobierno utiliza un incentivo positivo (premio) o incentivo negativo (castigo) modifica en cierta medida el entorno de los gobernados. Sucede lo mismo con los impuestos, por ejemplo, si hoy se promueve un nuevo impuesto a Facebook las personas tenderĆan a usar menos la red social, claro en la medida en que la demanda por el servicio sea mĆ”s elĆ”stico o inelĆ”stico.
El programa Hoy No Circula es un clĆ”sico caso de estĆmulo al comportamiento del consumidor. Su implementación tendrĆ” consecuencias en la forma en la que las personas utilizan el medio de transporte. Es cierto muchos estĆ”n incómodos con la medida, en especial los que de primer impacto no podrĆ”n cambiar sus hĆ”bitos de transporte sin tener que invertir fuertes cantidades de tiempo y dinero. Normalmente la clase media es la mĆ”s afectada, pero la clase menos afortunada tambiĆ©n resentirĆ” el impacto. Me explico mejor, normalmente la clase media y baja se mueve a los suburbios con la esperanza de encontrar una combinación favorable de menor precio por metro cuadrado (ya sea en renta o venta) y el mayor espacioĀ posible. A cambio, se paga con horas de trĆ”fico. Este fenómeno es muy comĆŗn en la unión americana, los suburbios son resultado directo del crecimiento de la clase media. En The End of the Suburbs: Where the American Dream Is Moving del autor Leigh Gallagher y Dead End: Suburban Sprawl and the Rebirth of American Urbanismo de Benjamin Rossse ādos lecturas obligadas para entender al consumidor norteamericanoāen el que se analiza el fin del modelo de los suburbios en ese paĆs y sus consecuencias económicas.
La lógica dice que ante un estĆmulo negativo al uso del auto, las personas tenderĆan a moverse mĆ”s cerca del trabajo y utilizar medios alternativos de transporte. Eso podrĆa no suceder en la medida en que el costo de vida no sea compatible con los ingresos actuales de las personas. Es muy probable que suceda, es muy difĆcil que el programa de Hoy No Circula detone un fenómeno inflacionario en los sueldos de las personas. Las empresas no podrĆ”n compensar el costo de no usar el automóvil con un aumento de sueldo, mucho menos en un clima económico como el actual. El gobierno por su parte no podrĆ” regalar el transporte pĆŗblico āĀ el beneficio serĆa asimĆ©trico ā es decir, el que usa transporte pĆŗblico de manera histórica se beneficiarĆa sin que tenga necesariamente una afectación.
Sin embargo, puesto que el programa tiene el objetivo de mejorar la calidad del aire serĆa un error simplificar el problema aĀ una lucha de clases. Es cierto, normalmente estas medidas afectan menos a los estratos económicos superiores, pero si la contaminación en verdad disminuye todos resultan beneficiados. SegĆŗn un reporte reciente de la revista The Economist desde la óptica económica veremos sin duda un aumento en la venta de autos, por lo menos en el corto plazo. En la medida en que sea imposible resolver el transporte a travĆ©s de alternativas normales las personas que tengan nivel socioeconómico alto tenderĆ”n a gastar en una nueva unidad. El segundo ganador es en principio la industria automotriz, pero si lo analizamos a detalle habrĆ” un incentivo importante a la compra de autos de tecnologĆa mĆ”s verde, ya sea hĆbridos o elĆ©ctricos. Las marcas que ganarĆ”n en mayor medida serĆ”n las que apostaron a traer estos modelos hace tiempo y que tengan una posición en la mente del consumidor, el Prius de Toyota, Q50 de Infiniti y i3 de BMW vienen a la mente.
En primera instancia Uber podrĆa ser el ganador, a menos autos, mayor demanda. Pero no seamos tan rĆ”pidos para juzgar, ayer en dos conversaciones resultó que las personas estaban temerosas de que Uber abusara de su posición de alta demanda para subir precios. Esto sucedió en la contingencia anterior. Un aumento de autos Uber podrĆa incrementar la presión de parte de los taxistas para regular el servicio. Es interesante pero esta medida ambiental es terreno nuevo para Uber y no se ha enfrentado a algo similar en el mundo. Tan sólo sus mismos autos tendrĆ”n que dejar de circular un dĆa, por lo que sus esfuerzos por reclutar choferes podrĆa verse afectadas por restar un dĆa a sus ventas. Sin embargo, el consumidor actual no verĆ” con buenos ojos ningĆŗn aumento de Uber a expensas de sus problemas de transportación.
A partir de este estĆmulo negativo del gobierno podrĆa salir un gran ganador. El habitante de la zona metropolitana. Seguramente no se podrĆ” resolver todo el transporte a partir de una EcoBici, MetroBus, Metro o similar, pero al menos habrĆ” un incentivo a probar alternativas. En ocasiones eso es todo lo que se necesita y antes de que sea juzgado severamente por mi columna, soy un apasionando caminante de la CDMX. Los que me conocen saben que muchas veces cargo un par de zapatos para caminar en mi maleta y evitar el auto. Tal vez obtengamosĀ un nuevo hĆ”bito que sea mĆ”s saludable y benĆ©fico para el medio ambiente. Sin duda seguiremos viendo los resultados de una población flotante que no tiene otra alternativa mĆ”s que viajar muchos kilómetros para llegar a su trabajo pero tambiĆ©n podrĆa crear una nueva presión de los habitantes de la CDMX hacia el gobierno para que entreguen mejores opciones de transporte pĆŗblico y mayor protección a ciclistas. Por lo menos un servidor apreciarĆa mejores banquetas e iluminación. El beneficiado de menos autos circulando es sin duda el habitante de la ciudad en tĆ©rminos de contaminación pero no en productividad ni comodidad. Es un problema difĆcil de comentar, siempre habrĆ” personas a favor y en contra, en lo personal me resta poner de mi parte. Se trata de los mĆ”s pequeƱos de la ciudad que merecen un mejor aire que respirar.