Desde que Brian Niccol asumiera la dirección general de Starbucks el 9 de septiembre de 2024, la compañía ha experimentado una serie de cambios en su equipo ejecutivo. Niccol, conocido por su desempeño como CEO en Taco Bell, ha implementado una estrategia de reestructuración con el objetivo de fortalecer la marca y mejorar su desempeño financiero.
Su estrategia “Back to Starbucks” busca enfocarse en los productos principales de la compañía, mejorar la eficiencia del servicio y ajustar los precios para hacer frente a un panorama económico complejo. Como parte de este plan, la empresa ha realizado nuevos nombramientos en su equipo directivo, con figuras clave provenientes de la industria minorista y del sector alimentario.
¿Quién es Cathy Smith, la nueva CFO de Starbucks?
Uno de los cambios más recientes y relevantes es la salida de Rachel Ruggeri, quien se desempeñó como directora financiera (CFO) de Starbucks durante casi 20 años. En su lugar, la compañía ha designado a Cathy Smith, una experimentada ejecutiva con un amplio historial en el sector minorista. Smith ha ocupado el mismo cargo en Nordstrom desde 2023 y anteriormente se desempeñó como CFO en Target y Walmart International.
Cathy Smith trabajará desde la sede de Starbucks en Seattle, la misma ciudad donde se encuentran las oficinas centrales de Nordstrom. Su llegada refuerza el compromiso de Niccol por consolidar un equipo ejecutivo con experiencia en grandes corporaciones de retail, con miras a optimizar las operaciones financieras de Starbucks en un periodo de reestructuración.
Con el anuncio de la salida de Rachel Ruggeri y la llegada de Cathy Smith, Brian Niccol envió un mensaje interno a los empleados de Starbucks, agradeciendo a Ruggeri por sus aportes a la compañía y dando la bienvenida a la nueva CFO. En sus palabras, Niccol destacó que “Rachel ha liderado con integridad y siempre ha puesto a los clientes y socios en el centro”.
Asimismo, señaló que su experiencia ha sido clave en los momentos más desafiantes de Starbucks y que su legado permanecerá en la cultura de la empresa. Sobre Cathy Smith, Niccol resaltó que “tiene un conocimiento excepcional en retail, operaciones globales y estrategias de recuperación”.
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Cambios en Starbucks en la era de Brian Niccol
La salida de Ruggeri no es la única modificación que Starbucks ha implementado recientemente. Como parte del rediseño de su equipo directivo, la compañía también ha incorporado a otros exejecutivos de Taco Bell, reflejando la influencia de Brian Niccol en la reorganización.
Entre los nombramientos destacan:
- Mike Grams como Chief Stores Officer, tras una larga trayectoria en Taco Bell.
- Meredith Sandland como Chief Store Development Officer. Antes de unirse a Starbucks, Sandland fue CEO de Empower Delivery, una empresa de servicios de comida a domicilio.
- Tressie Lieberman, quien fue nombrada Global Chief Brand Officer el otoño pasado.
Estos cambios también han implicado la salida de varios ejecutivos de larga trayectoria en Starbucks. Entre ellos, Sara Trilling, quien era presidenta de Starbucks Norteamérica, y Arthur Valdez, quien ocupó el cargo de Chief Supply and Customer Solutions Officer.
¿Cómo ha impactado la reestructuración en Starbucks?
El plan “Back to Starbucks” de Brian Niccol ha sido recibido con reacciones mixtas por parte de los inversionistas y clientes. En el informe de resultados del primer trimestre de 2025, Niccol afirmó que “los resultados cumplieron con nuestras expectativas y muestran signos de progreso, pero todavía tenemos mucho trabajo por hacer”.
Los datos financieros revelaron que los ingresos de Starbucks se mantuvieron en $9.4 mil millones, en línea con las estimaciones de los analistas. Sin embargo, la ganancia por acción cayó un 23% respecto al año anterior, quedando en $0.69, aunque superó la previsión de $0.66. Según la empresa, esta disminución se debe a “inversiones elevadas” para respaldar el plan de transformación de Niccol.
En términos de ventas, Starbucks registró una caída del 4% en ventas globales en tiendas comparables y una reducción del 6% en tráfico de clientes. En Norteamérica, las ventas disminuyeron un 4%, mientras que el tráfico bajó un 8%, con un leve aumento del 4% en el ticket promedio.
