Por Alan Campos
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En 1962 la compañía disquera Decca Records rechazó a los Beatles al considerar su sonido no era algo que pudiera interesar a la gente, decisión que a la luz de los hechos podemos catalogar como una de las peores en la historia de los negocios; sin embargo, existen a lo largo de la historia un sinfín de decisiones igual de malas que pudieron haber cambiado radicalmente el destino de más de una compañía. Tal es el caso de Adidas.
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Si bien la firma alemana es una de las más reconocidas dentro del mundo del futbol, la popularidad con la que la marca cuenta en otros deportes como el basquetbol es completamente eclipsada por su gran rival Nike, hecho que probablemente sea más culpa de la propia trasnacional germana que acierto de su contraparte estadounidense.
De acuerdo con información publicada por The Wall Street Journal en días recientes, la precaria popularidad de Adidas dentro del baloncesto tendría su origen en una decisión tomada hace poco más de 3 décadas (1984), cuando un tal Michael Jordan se acercó al gigante europeo para solicitar un acuerdo de patrocinio de cara al inicio de su carrera como profesional dentro de la NBA.
No hace falta ser un genio para conocer el desenlace de dicha historia. Pese a los esfuerzos de la rama norteamericana por sumar a Jordan dentro de su roster de embajadores, los ejecutivos alemanas decidieron dejar a la estrella de la Universidad de Carolina del Norte fuera de sus planes para favorecer a jugadores más altos.
A raíz del rechazo por parte de la firma germana Jordan firmó con Nike, compañía junto a la cual se ha encargado de forjar un imperio que genera, de acuerdo con SportsOneSource, ingresos anuales por más de 2 mil millones de dólares (únicamente en los Estados Unidos), cifra muy por encima de los 40 millones generados por Derrick Rose, máximo representante de Adidas dentro de la NBA, en 2013.
Sea como sea, lo cierto es que en más de 3 décadas Adidas no ha logrado generar un verdadero posicionamiento dentro de la NBA, ni siquiera convirtiéndose en sponsor técnico de la propia liga (razón por la cual ha decidido no renovar su contrato).
Quizás la historia habría sido muy diferente si lo ejecutivos alemanes hubieran comprendido el verdadero potencial de Michael Jordan; quizás Adidas sería hoy la marca dominadora dentro de la escena mundial; aunque quizás la habilidad se encontraba en los zapatos Nike y no en Michael, tal y como proponía Spike Lee en aquel recordado spot (aunque seguramente no es así). Lo único cierto es que rechazar a Jordan no parece haber sido la decisión más brillante por parte de Adidas.