Hace unos días, le presentamos a un cliente un análisis que realizamos sobre su ecosistema digital corporativo. Se frustró un poco cuando en el análisis de Twitter, comparó el número de sus seguidores -que apenas rebasaban los 2 mil- con el de otras marcas; “¿por qué tan poquitos?”, comentó.
Le explicamos que para darle valor a ese número, primero habría que ponerlo en contexto. Para empezar, las métricas no deben de ser un objetivo final, sino el punto de partida de un proyecto de comunicación. Las métricas deben reflejarse en acciones que estén dirigidas a cumplir con los objetivos de comunicación o de negocio.
Las métricas están muy asociadas a la vanidad. A quien no le gusta descubrir que sus posts en Instagram están pletóricos de likes y han generado un sinnúmero de comentarios. Si, es muy satisfactorio y quizá en lo personal resulte exitoso si tu propósito es la popularidad. Pero, la verdad es que cualquier métrica, sin importar su cifra, puede resultar inútil si no se puede medir en relación a las metas del negocio.
El número de seguidores es también muy relativo. De hecho, lo más fácil es conseguirlos, en miles, suficientes para impresionar a cualquiera, solo que tendrás que pagar por ellos. Tenerlos se convierte solo en eso, en una impresión.
El éxito de un esfuerzo de comunicación no depende de el número de seguidores, sino más bien en la habilidad de que estos seguidores cumplan con el perfil que te interesa y yendo un poquito más allá, que impacten en el negocio.
Todos empezamos de cero. Es a través del tiempo y la habilidad para generar y colocar contenidos que atraigan y provoquen a los públicos de interés. El trabajo de las redes sociales va mucho más allá de acumular seguidores. El verdadero reto está en encontrar aquellos con el perfil deseado y conectar con ellos. Ese debe de ser el auténtico objetivo.
En el mundo de la comunicación digital, el conectar te lleva a generar el famoso engagement, que se podría traducir como compromiso, y tiene que ver directamente con la interacción. De hecho, engagement se define como el nivel de interacción y compromiso que tienen los usuarios con las marcas en las redes sociales.
Por eso, los números de seguidores, likes y comentarios son apenas un esbozo en el éxito de una campaña. No caigamos en el error de guiarnos únicamente por el número de fans o seguidores, pues si estos no cristalizan en una interacción, significa que algo estamos haciendo mal.
Medir el engagement permite conocer el impacto de tus acciones y que tanto compromiso lograste por parte de tus seguidores. Aquí es cuando realmente le puedes dar el valor a las cifras e interpretar si 2 mil seguidores son pocos o muchos.