Por Alvaro Rattinger
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Como lo comentaba en la columna de la semana pasada una de las tendencias más importantes de la mercadotecnia es el location based marketing, sin duda uno de los fenómenos que más va a cambiar la forma en la que las marcas se publicarán en el futuro. Esta corriente no está ligada solamente a internet, afectará la publicidad exterior, promociones, RP, investigación de mercados, revistas y below the line marketing. Si sabemos dónde está el cliente podemos hacer estrategias altamente dirigidas, promociones a la medida y entender mejor que nunca sus hábitos de consumo.
Entregar tanta información es mala idea en cualquier escenario, ya sea en línea o en una encuesta de servicio saliendo de un restaurante. Según encuestas de New Media Measure en E.E.U.U. el 68 por ciento de los usuarios comparte su género en redes sociales comparado con el 13 por ciento que decide compartir su número celular y el 10 por ciento su dirección. Es evidente que si bien los consumidores cada vez hacen abierta más de su vida son muy cuidadosos con que parte es pública y cuál privada.
Latinoamérica es una de las grandes regiones de oportunidad para este tipo de tecnologías, en el último año la penetración de twitter en México ha alcanzado 13.4% siendo el octavo país del mundo y con un 305% de crecimiento en la región en la misma red social según Comscore entrega cifras realmente sorprendentes. Nuestro vecino del norte ya comienza a aprovechar Foursquare para hacer promociones y marcas como Pizza Hut entregan a los “Mayors” un aperitivo gratis cada vez que visitan el establecimiento.
Es poco probable que las marcas reciban esta información de manera gratuita y en el cercano futuro habrá premios a los consumidores que llenen toda sus datos personales, en la forma de premios, cashbacks o pro accounts. En E.E.U.U. la principal preocupación es que un ladrón entre a tu casa mientras te registraste en un restaurante en foursquare, pero en países latinoamericanos el problema puede ser más serio, con altos índices de secuestros y crímenes violentos, el incentivo a decir dónde estas parado es mucho menor. El reto para las marcas es crear un marco en el que se premie la visita, pero de manera privada, muy al estilo de la lotería. Los consumidores ante la realidad latinoamericana optarán por entregar la información en gran medida por desconocmiento de las consecuencias y no por un genuino interés de compartir sus gustos con la sociedad.
La mejor forma de mantenerse seguro es seguir el mismo sentido común que utilizaríamos en el mundo offline, compartiendo solamente lo que no nos ponga en riesgo y si vamos a registrar nuestra presencia en un establecimiento probablemente sea buena idea hacerlo al salir. Entregar información personal es una mala práctica, los teléfonos y direcciones son muy privados y la mejor estrategia es evitar escribirlos en cualquier sitio. Las redes sociales basadas en compartir información son tan seguras como los usuarios que las utilizan, si se utilizan de manera responsable por parte de los consumidores y de las marcas todos saldrán beneficiados.
Por lo pronto los veo en twitter, @varu28 seguro nos vamos a divertir