En México iniciaron los debates políticos entre los diversos candidatos a los diferentes puestos de elección popular que habrán de conocer su futuro el 2 de junio, y para ser certeros, no han iniciado de la mejor manera, pues no han seguido los canones de la civilidad y el respeto que marca el oficio político. Han resultado una serie televisiva en donde abundan las descalificaciones.

En estricto sentido, el debate político es la mejor manera para que contrastemos las ideas de uno u otro candidato (a) y valorar las diferentes capacidades que tienen para gobernar a una entidad en cualquiera de los tres niveles de gobierno. Participar en un debate, estimado lector de Merca 2.0, requiere de destreza, capacidad de síntesis, creatividad, buenos reflejos y una buena comunicación, con lo cual se tiene una sana convivencia frente a las cámaras.

Gobernar no es fácil… quien así lo piense, soslaya que se requiere preparación universitaria, conocimiento de las leyes y de altas habilidades comunicativas, teniendo en mente que se debe conversar continuamente con los gobernados.

Independientemente de lo anterior, gobernar requiere con urgencia de gente seria.

¿Cuáles son las claves para tener un buen debate?

En comunicación, menos es más, es decir, el participante deberá argumentar de manera clara sus propuestas para mejorar las problemáticas de los temas seleccionados para esta ocasión, recordemos que serán más de tres debates, para así poder dejar en la mente del televidente ideas específicas y beneficios concretos. Se debe priorizar la calidad por sobre la cantidad.

El cuidado de la imagen es fundamental para dar una buena impresión, los participantes están de invitados en las salas y estudios de los televidentes y deberán impactar positivamente. Cuando hablamos de que para la política se requiere de gente seria, nos referimos a las buenas formas y la imagen positiva. El consejo es: vístete para que nadie hable de tu atuendo.

Prudencia. Es uno de los valores que más cuesta conservar durante el desarrollo de un debate, pues un candidato podrá soportar uno o dos descalabros e improperios, pero si estos son continuos, pueden destapar la olla de presión y hacer que un candidato se salga de sus casillas. La prudencia es la regla de oro que debe conservarse a lo largo de los noventa minutos que dura el debate.

Conoce a tu adversario. En este punto el equipo de campaña debe trabajar con su candidato apoyándolo para que conozca los puntos débiles y fuertes de sus adversarios, entre otras cosas el estilo como orador, sus ases bajo la manga, sus muletillas y perfil como gobernante.

Definición de la estrategia. Una vez que se conoce a fondo el formato del debate ha de establecerse el camino a seguir de acuerdo a los tiempos señalados por los moderadores de modo que debe saberse que hasta la más mínima improvisación debe planearse.

Los debates han iniciado de cara a la gran contienda electoral. Esperemos si los mismos generan votos o sólo consolidan opiniones.

Nos encontraremos más adelante.
Federico Torres López.