Hay mucha incertidumbre entre las marcas por saber en dónde está su razón de ser comunicativa y su identidad en la vida digital de sus clientes. Las que lo han tenido más sencillo son las marcas fáciles como las llamo yo. Marcas de economía compartida, derivadas de una Start up. Con gran parte de su ADN digital. Su transición a lo digital ha sido naturalmente orgánica y fluida. También las marcas que son más accesibles en cuanto a precio y a discurso emotivo. Que son fáciles de decir y que su tono comunicativo es actual y fácil de leer. Pero ¿Y las marcas de lujo y de un nicho más específico? ¿Esas qué? Seguro se están tronando los dedos y su nerviosismo va de la incredulidad al miedo, ¿Una marca de lujo debe de tener un discurso digital? Sí y no. No quiero sonar como uno de esos merolicos, de estos falsos gurús y seudo profetas que le quieren vender cursos vendedores a todos para ser los dioses de la vida digital. No se trata de eso, hay más grises que blancos y negros. Si eres un marca de lujo, tienes que entender bien de dónde vienes y hacia dónde vas. Hacer un verdadero análisis juicioso si realmente es necesario tener una retórica digital, una vida digital y sí eso te sirve para vender o simplemente para vincularte a tus clientes. La respuesta y la pregunta correcta no es si quiero vender con mis redes sociales mi marca de lujo, la verdadera pregunta es si mi vida digital me ayudará a vincularme con mis clientes, a estar cerca de ellos y a entenderlos mejor. Después de este análisis, sabes si es necesario estar o no en la realidad digital de los clientes y cómo.
¿Dónde está la vida digital de los clientes de lujo?
Sí tienen vida digital. Aunque el acceso a ellos no debe ser tan intenso y directo. Y no estoy hablando de un tema de seguridad ni mucho menos, no me remito al nicho de Latinoamérica en donde es inseguro tener dinero y que los otros lo sepan. Los clientes de las marcas de lujo y el principal reto para alcanzarlos es la movilidad. Sí, es necesario saber en dónde están ahora. En este momento. Los clientes con alto poder adquisitivo se mueven mucho y son sumaste inquietos. Su centro del mundo está en muchos lugares y estados geográficos. Muchos viven en dos o tres piñales al mismo tiempo. Entonces, he aquí la primera pista para realmente encontrarlos a nivel digital. La geolocalización. Busca los lugares y destinos en donde hay dinero, y ahí estarán: Progreso, Mérida, Tulum, Nueva York, Bacalar, Tailandia, Nueva York, Soho, Londres, Madrid o una boda en Badajoz, Extremadura. Ahí están. Entonces lo primero es geo localizar los lugares y los centros del mundo, y de ahí hay que mandarles tu contenido de marca ya sea en formato online/Offline. Vivir con los sus experiencias. Eso es lo que tiene que hacer.
Los clientes de lujo hoy, a nivel mundial, están en Instagram en un 60%, en Facebook en un 30% y en Whatsapp en un 10%. Están ahí, en tribus digitales muy bien sementadas, que conviven con códigos muy bien delineados que son complejos de entender y complicados de infiltrares. Por ello, el primer paso es saber si realmente quieres, tienes y puedes entrar a la vida digital de tu clientes de lujo. Si no, el silencio también es una vinculación importante. Quizá mantenerse callado y convertirte en aun artículo artesanal de de lujo es tu camino. Pero eso sí, el razonamiento es clave y el entendimiento del yo y la circunstancia. No todo lo que brilla es la vida digital, el secreto es saber si te conviene o no.