Hollywood está “detenido”.

El 14 de julio los actores de Hollywood entraron en huelga. No actuarán en series, televisión o películas. No estarán presentes en actividades promocionales. La premiere de “Oppenheimer” a estrenarse en salas esta semana estaba en curso el 13 de julio, al llegar el 14 fue notorio lo que implica. Matt Damon, Robert Downey Jr., Florence Pugh, Cillian Murphy y Emily Blunt, los protagonistas, se retiraron del evento.  El frente está cerrado y no se reabrirá hasta que se resuelvas las peticiones. La huelga de actores se suma a la de guionistas que tiene ya un par de meses. Esta esta la primera vez desde 1980 que el SAG está en huela desde 1980 y la primera desde 1960 que está en huela de manera simultánea al de guionistas. ¿De qué trata la huelga?

Los involucrados

La huela fue confirmada por SAG-AFTRA (Screen Actors Guild – America Fundation of Television and Radio Artist), el sindicato de actores que también incluye a los presentadores y conductores, entre quiénes hay más de 160 mil intérpretes que van desde actores de reparto que no son populares a figuras como Meryl Streep, Tom Cruise o Margot Robbie. El SAG existe desde 1933 y su unión con AFTRA se dio en 2012. La presidenta actual es Fran Drescher, actriz conocida por su rol protagónico en la serie “La niñera”. La otra parte es la AMPTP (Alliance of Motion Picture and Television Producers), instancia que representa a los estudios y plataformas (Netflix, Disney, Paramount, Warnes Bros. Discovery, entre otros muchos más).

¿Qué piden?

La petición central está en el contrato base para los actores bajo un contexto que considera que no ha habido un ajuste al sueldo base (por llamarle de alguna manera) y que sí ha sucedido para los ejecutivos (algunos con incrementos de millones de dólares, el más lucrativo lleva a los 200 al año) y, también, el contexto actual dado los servicios de streaming y los riesgos por las nuevas tecnologías (la inteligencia artificial principalmente). Esto se desglosa de la siguiente manera:

• Sueldo base (el mínimo que un actor puede percibir por llamado).
• El pago de regalías.

Los actores reciben un pago por su labor en un proyecto y después reciben regalías o residuales (un tipo de regalías) cada vez que el filme, serie o programa se retransmite. La lógica de la regalía (que sucede en la música y literatura por mencionar un par de casos más) responde a que cada vez que se exhibe el producto el estudio recibe un nuevo ingreso y a que ese ingreso debe repartirse pues el producto no fue creado únicamente por el estudio o los productores. Entonces, guionistas, directores y actores reciben una regalía. El modelo ha funcionado bien bajo el esquema tradicional, pero no contemplaba el streaming.

Las plataformas no pagan actualmente regalías. Los motivos son muchos, en principio, antes no formaban parte de la ecuación, no existían. Ahora, no se trata de una cuestión de información pues es claro que saben qué se consume, cuánto y muchos, muchos detalles más. Sin embargo, no lo declaran con esa transparencia. Por otra parte, el modelo de negocio es distinto al tradicional y el cálculo implicará otras variables. Tradicionalmente una persona va al cine, compra un boleto y entonces se sabe exactamente cuándo ingresa o bien, un estudio vende una película a un canal, hay un ingreso claro y se identifica cuánto le corresponde a cada quién de regalías (sin importar cuánta gente lo ve). En el streaming es distinto. La gente paga una mensualidad por ver contenido, ¿cómo se distribuye ese monto? ¿Se calculará considerando ese costo o bien el que la plataforma pagó por algún contenido? ¿Qué pasará con los contenidos originales? No hay un modelo, se debe crear.

Un aspecto importante a tener en cuenta está en que el propio modelo de negocio de las plataformas está en proceso de reajuste pues no están siendo el negocio que se esperaba. A ello responden las medidas de evitar que se comparta el password, el cambio en el número de producciones originales (una reducción en su mayoría), nuevos modelos de distribución de contenido (la más reciente de Netflix es ya no estrenar temporadas completas en todos los casos, para “The Witcher” y “El abogado del Lincoln” lo han dividido en partes; Prime Video está estrenando algunos títulos originales como “Air, la historia detrás del logo” primero en salas y tiempo después en la plataforma), el retiro de productos poco vistos (la serie “Willow” de Disney+ o ”Grease: Rise of the Pink Ladies”, serie precuela de “Vaselina”, de Paramount+, por mencionar sólo un par), entre otras y más que vendrán.

• Protección de nuevas tecnologías.

La nueva tecnología centra es la inteligencia artificial y lo que se previene son dos aspectos: 1) ser sustituidos por actores digitales, 2) que su imagen (voz, cuerpo u otro) sea reacreado o utilizado sin su consentimiento). Aquello que pasada en la película “S1m0ne” de 2002 hoy es una posibilidad.

¿Cuáles son los efectos?

A primera vista no se notarán los efectos en los primeros días más allá de la falta de actores para promocionar estrenos (como ya pasó con la retira del elenco de “Oppenheimer”) o bien el anuncio de producciones detenidas o retrasadas (“Deadpool 3” que acababa de mostrar la primera imagen del regreso de Hugh Jackman como Wolverine fue la primera) da do que lo que está por verse se concluyó hace semanas o meses; la industria trabaja con anticipación, aunque también habrá casos de programas en vivo o late night shows. Sin embargo, si la huelga dura como se esperar (se menciona que concluirá en quizás dos o tres meses) habrá un efecto dominó que implicará pérdidas económicas, reprogramación de estrenos (como sucedió con la pandemia y que ha implicado que filmes como “Misión imposible: Sentencia mortal Parte 1” lleguen uno o dos años después de lo inicialmente planeado) e incluso cancelación (una huelga anterior de guionistas tuvo ese efecto en una versión de “La liga de la justicia” que iba a dirigir George Miller de “Mad Max: Furia en el camino” y que aún y con elenco y demás aspectos resueltos, nunca sucedió). Desde luego, otros elementos del proceso de producción se quedarán también sin ingresos.

Para resolver cuestiones de contenidos y seguir teniendo novedades estudios y plataformas probablemente recurran a otros países y/o a programas no guionados o reality shows. También podrían optar por estrenar menos contenido o bien no estrenar temporadas completas sino por episodios. Para el espectador esto será un cambio a la expectativa usual y a lo que contrataron. Es un efecto dominó, qué tan grande será dependerá de qué tanto tarde en resolverse.

A considerar

Esencial para comprender el escenario es tener en cuenta que los trabajadores de la industria del entretenimiento, en su mayoría, tienen contratos temporales, por proyecto. Ello implica que hay una gran incertidumbre pues no siempre se tiene un ingreso. Además, al no tener un contrato por tiempo indeterminado tampoco es posible contar con prestaciones fijas o regulares. Deben ser resultas de manera directa por los trabajadores con contratos de seguros médicos, por ejemplo.