• Para la compra de Victoria’s Secret, L Brands y Sycamore valuaron a la marca en unos mil 100 mdd

• Se espera que, de completarse la transacción, la madre de esta organización mantenga el 45 por ciento de acciones

• Asimismo, si la compraventa sigue adelante, solo quedaría Bath & Body Works bajo el total control del conglomerado

Ante la COVID-19, la mayor parte de las compañías han entrado en modo de emergencia. Es decir, su gran prioridad es reducir el gasto que hacen con el objetivo de mantener su negocio a flote. Lo anterior significa recortar en lo posible el dinero que invierten en proyectos que no son necesarios. Y también tratar de cobrar todas las deudas y contratos que hayan firmado desde antes con alguna otra marca. Por supuesto, esta meta a veces lleva a situaciones incómodas.

Tal es el caso que había entre L Brands y Syncamore Partners. Desde febrero que ambas ya habían acordado que cerrarían la compraventa del 55 por ciento de las acciones de la marca Victoria’s Secret. Así, su antigua empresa madre pasaría a ser un jugador relativamente menor en el futuro de la líder de lencería. Sin embargo, ante la crisis de la COVID-19, la que sería su nueva dueña tiene la intención de retractarse en los 525 millones de dólares (mdd) acordados.

Syncamore Partners habría enviado hace unas horas un recurso a L Brands para decirle que intenta salirse de la compra de Victoria’s Secret. Asimismo, la marca habría interpuesto un recurso legal para justificar su salida del contrato. El documento que firmaron en un inicio las dos firmas contempla una cancelación por Efectos Adversos Materiales, que la compradora quiere usar a su favor. Pero de acuerdo con Adweek, no contemplaría el evento de pandemias.

Malas noticias para L Brands

No es la primera vez que una marca pretende (o logra) modificar un contrato. Desde hace un buen rato que Microsoft y Amazon están peleándose por quién se queda con un millonario encargo del Pentágono. Por otro lado, WeWork decidió demandar a Softbank, la marca que más le ha apoyado en su crisis financiera, por no querer comprarle tres mil mdd en acciones. Y según varias agencias, múltiples clientes quieren retrasar o suspender sus pagos pendientes.

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L Brands está en un momento complejo. Ya desde antes de la crisis sanitaria que la marca de Victoria’s Secret estaba en problemas. Ahora con la paralización de la economía, el valor de esta retailer es todavía más bajo. Así que es lógico que esté desesperada por deshacerse del liderazgo de su antigua compañía estrella. En especial porque planeaba usar el dinero que iba a obtener en la venta para lidiar con algunas deudas y pagos que lleva arrastrando un tiempo.

Si Syncamore Partners se sale con la suya, entonces tendrá en sus manos una marca que no solo estaba ya en crisis. Además, se trata de una empresa cuyo rendimiento prácticamente se desplomó a ceros en los últimos meses de crisis sanitaria. Lo peor es que aún podrá vender la organización, si realmente quiere, una vez que pase la difícil situación económica. Sin embargo es muy poco probable que vuelva a encontrar a alguien que la valore a un precio tan alto.

Otra marca que sucumbe ante la pandemia

Varias empresas e industrias, que ya estaban en problemas antes de la crisis sanitaria, han visto cómo se desploman sus negocios ante la presión adicional de la enfermedad. En la industria del marketing, agencias tanto independientes como de grandes grupos empezaron a desmoronarse ante la baja cantidad de ventas. También en retail, ya hay al menos una víctima de la COVID-19. En México, también las mayores aerolíneas pasan por un momento difícil.

Por supuesto, no todas las industrias y empresas se han visto afectadas por la pandemia. Según CNBC, las ecommerce están desempeñándose de forma satisfactoria (aunque más de una marca podría esperar un rebote a la baja. The Guardian apunta que algunos negocios han tratado de protegerse a sí mismos, mientras que otros han cuidado de sus empleados. Según el New York Times, un par de marcas aparentemente afectadas podrían traer buenos ingresos.