Por Monserrat Palacios
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El deporte en la actualidad depende del patrocinador y de una excelente estrategia de marketing para existir. Aunque el deporte es pasión, también es uno de los mejores negocios y de los que más ha crecido con los años. Se ha convertido en la tercera industria más importante en el mundo.
El patrocinio deportivo es uno de los mejores métodos para difundir una marca; a su vez, el ser patrocinado por una buena marca le da valor al equipo o atleta. Es una relación en la que ambos salen ganando y de la que se crea una necesidad recíproca.
El amor a la camiseta… cuesta
El espectador siempre está al pendiente de lo que sucede con su deporte preferido. Cada vez que un equipo cambia la playera, el fan siente la necesidad de adquirirla, muchas veces sin importarle parecer un comercial ambulante, al usarla. Existen uniformes con más de 5 patrocinadores en él, la razón de esto, simple necesidad. Un equipo sin la pequeña o gran porción de patrocinio que recibe de una marca, no puede subsistir. Las marcas mantienen con vida al deporte, al estadio y al deportista. La camiseta que como aficionado compras por amor a tu equipo, está beneficiando a cada uno de los anunciantes de ésta.
La marca es el oxígeno del deporte
El jugador es un producto y el equipo es una marca. Ambos son conductos de promoción para cualquier producto o servicio. Las marcas ayudan a mejorar las condiciones del medio deportivo; sin ellas no hay progreso ni mantenimiento. El atleta y los equipos se han convertido en material de utilidad para las empresas que buscan ingresos, básicamente el deporte se volvió un negocio. Hay deportistas que reciben más ingresos de parte de sus marcas patrocinadoras que del sueldo como atletas.
Medios de comunicación provocan interés comercial en el deporte
Cuando los medios de comunicación se comenzaron a interesar en la difusión el deporte, las marcas se percataron de que ingresar a este medio, era uno de los mejores negocios. El deporte se convirtió en espectáculo y se comenzó a hacer masivo. Es un imán de rating y lo más importante de todo es que el deporte es para todos y por consiguiente, la marca también. Una marca que ésta físicamente en un estadio puede ser vista a través de los diferentes medios de comunicación, en todo el mundo. Un estadio sin esa marca no puede mantenerse, ni brindar los servicios adecuados para que un equipo se presenta allí cada fin de semana.
El patrocinador y el patrocinado se necesitan mutuamente para vivir. Si a las grandes empresas líderes les dejara de interesar el deporte, simplemente esta actividad se vendría abajo. Sin patrocinio y sin marcas no hay deporte ni financiación.