En los últimos días he tenido la oportunidad de estar en distintas reuniones con empresas de diferentes industrias y el común denominador ha sido el cuestionamiento sobre la necesidad de una verdadera transformación digital en las organizaciones.
Algo con lo que me he enfrentado es la creencia de que esta transformación está basada únicamente en esfuerzos de marketing digital y por supuesto no es del todo correcta. Para los que estamos inmersos en la industria de la mercadotecnia, sí hemos visto un incremento consistente de acciones en medios digitales por parte de las marcas prácticamente desde la década pasada; sin embargo, la verdadera transformación digital de las empresas tiene que ver con un modelo de negocio totalmente adaptado a las diferentes tecnologías que permitan hacer mucho más eficiente una organización de cara a incrementar sus utilidades a lo largo del tiempo.
Estrategias de IoT (Internet of Things), Big Data, Cloud, Inteligencia Artificial, Machine Learning, entre otras, deben ser consideradas cuando una compañía emprende la tarea de transformarse digitalmente, contribuyendo a la optimización, eficiencia y seguridad de sus negocios.
De acuerdo con Statista, durante 2018 se invertirán alrededor de 100 billones de dólares de manera global en tecnologías y servicios que habiliten esta transformación, lo cual representa un crecimiento del 14.8 por ciento respecto a 2017. Por otro lado, según una encuesta realizada en 2017 por Constellation Research sobre transformación digital, el 64 por ciento de los directivos de las empresas encuestadas consideró esencial contar con una estrategia bien desarrollada en ese sentido para contribuir al incremento de la utilidad esperada para una compañía.
En el caso de nuestro país, los cinco retos más importantes que se vivieron en 2017 referentes a la transformación digital, a partir de un estudio de IDC (International Data Corporation) son: falta de presupuesto para desarrollar e implementar una estrategia, tecnología vieja u obsoleta, falta de habilidad para generar ROI a través de la transformación digital, falta de un equipo preparado y los recursos asignados al mismo, así como una falta de compromiso desde la dirección general.
Ahora bien, ¿cuáles serían los cuatro factores clave para lograr una transformación digital exitosa en las empresas? Desde mi punto de vista tienen que ver mucho más con la habilidad de los directivos para conducir a la organización a través de una correcta estrategia, por medio de una visión y objetivos claramente definidos, asignación de recursos y seguimiento en la implementación. Es así que estos puntos clave son:
Liderazgo en acción
La transformación digital requiere una visión y liderazgo desde la dirección general y el equipo directivo de las empresas. Desde que las distintas organizaciones han estado inmersas en la búsqueda de un disrupción para hacer frente a su competencia, en combinación con una cultura organizacional muy bien arraigada, los equipos directivos necesitan ser lo suficientemente inteligentes a nivel digital para usar los recursos adecuados de cara a una transformación digital.
No se trata de que los directivos sean expertos en tecnologías digitales, sino que tengan una clara visión de cómo el uso de estas estrategias contribuyen a mejorar la operación, ingresos, experiencia del consumidor y por supuesto, una mejor posición ante la competencia. Entre más liderazgo exista en los directores para implementar las diferentes etapas de una estrategia de transformación digital, mayor será el beneficio que una organización obtenga de dicha implementación.
Estrategia antes que tecnología
En diversas ocasiones he comentado que la tecnología sin estrategia se convierte en un gasto y no en una inversión. Lo que se debe desarrollar antes que cualquier acción dentro de una empresa que esté buscando la transformación digital es precisamente la estrategia. Para ello se requiere tener completa claridad sobre la visión del punto culminante de este proceso para entonces, encaminar todos los esfuerzos hacia ello. Partiendo de cómo luciría una empresa después de implementar dicha estrategia se aterrizan las acciones a un nivel táctico. Es así que se podrá determinar qué inversión en tecnología debería realizarse, con el fin de lograr los resultados planteados.
Cambio de cultura organizacional
La transformación digital necesariamente exige un cambio en la cultura de las organizaciones, tanto con la gente que forma parte de ellas, como en todos los actores que participan en la cadena de valor de una empresa. Al estar directamente ligado a un tema tecnológico, la gente debe ser capacitada, no solamente en los nuevos recursos y procesos con los que contará, sino en técnicas de administración del cambio para lograr en sus equipos una verdadera transformación.
Lo más complicado, pero a la vez valioso, en las empresas de la actualidad es la correcta administración de la gente. Estoy convencido que si se tiene una claridad y transparencia sobre los beneficios de este tipo de cambios, de cara a la búsqueda de una eficiencia que permita ser más competitivas a las empresas, la gente buscará transformarse a sí misma de manera digital. Pero el reto está en implementar acciones que conlleven a permear una cultura y filosofía de cambio y mejora en las organizaciones.
Enfoque en el cliente
Existen diversos ejemplos en los que algunas empresas olvidaron su razón de ser, centrándose únicamente en los cambios hacia el interior de la organización, dejando a un lado lo que el cliente realmente necesitaba. Me parece que el tener un claro enfoque en el cliente, permitirá a las empresas contar con la visibilidad necesaria del impacto que esta transformación digital podría tener en el cliente.
Existen herramientas de análisis muy poderosas, a través de las cuales las compañías pueden pronosticar lo que sucederá al implementar un cambio de esta magnitud, para contar con estrategias adecuadas de cara al cliente y así disminuir dicho impacto.
Sin lugar a dudas existe un gran reto en todos los sentidos, pero estoy convencido de que el único camino para las empresas que buscan el éxito es emprender este viaje en la transformación digital, siempre mediante una estrategia bien desarrollada, el compromiso de la dirección y una correcta ejecución e implementación.