Si bien los beneficios de los avances tecnológicos son positivos en numerosos aspectos, y eso que se trata de un proceso cuyas dimensiones aun se desconocen, los efectos que estas nuevas herramientas tendrán puede que para otros, tengan un lado negativo y es que en las próximas décadas se espera la automatización de numerosas tareas ejecutadas actualmente por humanos.
Se espera que en los próximos cincuenta años, la revolución de la automatización sea aun más palpable, lo que traerá consecuencias notables en diferentes industrias, según sean reemplazadas actividades que ahora son realizadas por diferentes expertos y profesionales.
Según datos de un estudio de McKinsey, se prevé que en determinados sectores económicos este proceso será responsable de la sustitución de hasta el 64 por ciento de los empleos totales, cambios que representaran 52 millones de puestos de trabajo menos a nivel mundial.
Así mismo, de forma paulatina, estos procesos de automatización, también avanzan en la ejecución de las tareas de determinados departamentos de las empresas, como se señala en el estudio de HfS Research.