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90 por ciento de las empresas destacan que su mayor preocupación actualmente son los clientes.
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Como un problema menos relevante que ven las compañías en México está el apartado de la tecnología.
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Lee: 5 temores del marketing que las empresas y mercadólogos pueden experimentar en tiempos de crisis.
Son muchos los problemas que se pueden destacar como consecuencia de la pandemia del coronavirus a la que todavía nos enfrentamos, así como las barreras que están surgiendo en relación a la adopción de la llamada nueva normalidad. Por ejemplo, en el caso de las empresas hemos compartido que, en México, ya existe toda una serie de lineamientos técnicos para garantizar el regreso de forma segura para todas las personas. Dicho lineamiento se suma a todas las modificaciones que ya han tenido que implementar para poder adecuarse al comportamiento de los consumidores al tiempo que vigilan el no poner en riesgo a sus colaboradores.
En ese sentido, resulta interesante contemplar qué es particularmente lo que preocupa a las empresas en medio de esta realidad, cuáles son los retos que buscan superar para asegurar la continuidad de sus negocios.
Al respecto, una encuesta reciente realizada por Deloitte, que presentamos en la gráfica de este día, logró identificar las respuestas a los cuestionamientos anteriores.
Tal como lo destaca la imagen y la fuente, la principal preocupación para un 90 por ciento de las firmas consultadas son los clientes. Esto se debe a que con la pandemia se ha generado un decremento en las ventas pues algunas medidas han impactado en ello, como el cierre de puntos de venta o la falta de opciones para seguir vendiendo. Por otro lado, dentro de esta preocupación también se consideran aspectos como el retraso de pagos y la falta de liquidez de los clientes.
El segundo aspecto que destacan las empresas como uno de los más preocupantes es el de las finanzas, un 85 por ciento de ellas lo considera así pues con la crisis han surgido gastos no presupuestados, falta de flujo de efectivo y liquidez.
Finalmente, como el tercer reto principal identificado, con 55 por ciento de referencias, están las operaciones o la continuidad de las mismas, esto debido a aspectos destacados por la fuente, donde se consideran elementos como el cierre de fronteras y accesos, los retrasos de entrega, la renegociación de pago a proveedores, las limitaciones de proveeduría, la alta demanda de actividades esenciales con menos personal en la empresa y la capacidad insuficiente para satisfacer la cadena de suministro.