Los meses sin intereses son de ayuda, si se utilizan de manera correcta y se tiene una buena capacidad de pago, no obstante, es importante considerar gastos, ingresos y ahorro, lo que ayudaría a administrar las finanzas personales, destacó un reciente informe.
“Los meses sin intereses son una excelente herramienta para consumidores y comercios. Por un lado, los consumidores aprovechan mejores precios al utilizar la herramienta de su banco; mientras que los comercios venden en promedio dos veces más cuando un tarjetahabiente hace su compra a través de este tipo de promociones”, detalla el CEO de Billpocket, Alejandro Guízar.
Otra de las ventajas, es que se puede saber la cantidad exacta que hay que pagar y cabe la posibilidad de adquirir artículos que no podrían liquidarse en una sola exhibición, además de crear un buen historial crediticio, siempre y cuando se hagan puntuales los pagos.
Refirió que un buen historial permite adquirir líneas de crédito más grandes y servir para que los bancos confíen, se consiga mayor financiamiento, y por lo tanto, la posibilidad de adquirir productos con más valor e incluso algunos bienes raíces.
Asimismo, precisó que, si bien esta modalidad de pago puede traer beneficios, también se deben considerar algunas desventajas. “El riesgo de comprar de manera cotidiana a Meses Sin Intereses es la carga de la deuda mensual que se genera”.
“El consumidor debe tener cuidado de no afectar su flujo de efectivo, tus deudas totalizadas no deben exceder una tercera parte de tu dinero disponible mensualmente, no importa si tienen intereses o no”, explicó Guízar.
Agregó que hay ocasiones en que los establecimientos aumentan los precios de los productos e incluso, ofrecen distintos importes, depende si el pago se hace de contado o a meses, lo cual tiene un impacto directo en el costo final al momento de decidir cómo será el pago.
“Es importante que el plazo en el que se difiere la compra no exceda la vida esperada del bien adquirido, ese es un criterio muy simple y práctico. Los meses sin intereses deberían ser para bienes duraderos, para bienes de poca vida conviene ahorrar y comprar de contado”, finalizó el directivo.