La última junta de accionistas de Facebook llevada a cabo en Menlo Park, California, resultó tensa y caótica. “Mucho sucedió desde la última vez que estuvimos aquí”, de acuerdo con Bloomberg, esas fueron las primeras palabras que Mark Zuckerberg expresó en un intento fallido por aliviar el momento.

Según la agencia, similar a las diversas comparecencias en los Congresos tanto norteamericano como europeos, los inversionistas reprocharon al CEO de la red social el mal uso que se le dio a los datos de los usuarios, incluso algunos lo catalogaron como una violación a los derechos humano; al tiempo que otro de ellos pidió que fuera como George Washington y no como Vladimir Putin, de acuerdo con el medio, fue más allá al remarcar que la empresa se estaba convirtiendo en una “corporación dictatorial”.

Además de que al interior del recinto se desbordaran las emociones, afuera del complejo, una avioneta presuntamente contratada por un inversionista sobrevolaba el lugar con una pancarta contundente: “Rompiste la democracia” en referencia el escándalo de Cambridge Analytica.

Bloomberg, detalló que el comportamiento de Zuckerberg no fue original. Repitió lo declarado ante los congresistas y parlamentarios, “estamos enfocados en ser más transparentes”. Y es que, aunque los inversionistas realizaran propuestas para que efectivamente, sen más transparentes, el hecho de que el presidente de la red social sea el accionista mayoritario le permite tomar decisión libre sobre el futuro de la empresa.

Asimismo, también se le reprochó que su esposa esté a cargo de la estrategia de marketing de la firma y que siempre está a la defensiva ante las críticas justas de la prensa. “No estoy de acuerdo con todas ellas”, respondió Zuckerberg.

Este caso de mal uso de datos llegó a un punto sensible para Facebook y es que a pesar de ser una de las redes sociales más importantes del planeta, la confianza que vulneró en los usuarios y accionistas será complicada de recuperar.