Las universidades en el mundo están en un gran problema. Tienen que diseñar los programas de estudio para estudiantes que trabajarán en empleos que aún no existen, o bien, en trabajos que tendrán una severa transformación en los próximos años.
Por tanto, ¿qué habilidades serán necesarias para los estudiantes de las profesiones del futuro en el contexto de la 4ª. Revolución Industrial? Y es que ahora las empresas de todos los tamaños, en todas las latitudes, están a la búsqueda de estudiantes y personal con competencias interpersonales que no están muy claras en este momento.
En el más reciente estudio de la firma canadiense D2L, “El futuro de las habilidades en la era de la cuarta revolución industrial”, se plantean los desafíos de las tecnologías disruptivas, como la inteligencia artificial (IA), el Big Data, la robótica y la genética, entre otras, y su impacto en el mercado laboral.
Una de las consecuencias más visibles del impacto de las nuevas tecnologías en la industria -aquí lo hemos tratado antes-, es la automatización, lo cual se ha traducido en un franco desempleo. Los puestos de trabajo que aportan poco valor se han ido automatizando más pronto de lo que imaginábamos.
Pero, por fortuna, hay habilidades que todavía no pueden hacer los robots, al menos hasta ahora, como interactuar con seres humanos, generar empatía, tener la capacidad de adaptación, liderar y sobreponerse a situaciones difíciles, entre otras.
En otro estudio realizado por la consultora McKinsey & Company, hay datos sorprendentes que casan muy bien con lo anteriormente expuesto. Según el estudio, alrededor de 375 millones de trabajadores remplazarán sus categorías ocupacionales antes de 2030, pero hace mucho énfasis en la capacidad de adaptación.
Por otro lado, una encuesta de la red de profesionales LinkedIn reveló que 57 % de los líderes señalan que las habilidades interpersonales son más importantes que las técnicas, lo que da una ligera esperanza ante el panorama laboral un tanto sombrío.
Habilidades como la colaboración, la comunicación y la empatía son características que contribuyen a contar con un trabajador eficiente y adaptable, pero uno de los mayores desafíos de las habilidades duraderas -no perecederas- es la dificultad de desarrollarlas en las aulas universitarias.
Justo por ello es tan importante discutir el sistema de aprendizaje y ponerlo sobre la mesa, porque hoy más que nunca se necesita un cambio de paradigma, donde el aprendizaje continuo, aunado al desarrollo de habilidades interpersonales debe ser el punto central del sistema educativo.
Las instituciones educativas deben ofrecer a los educandos no solo habilidades profesionales, sino también habilidades duraderas relevantes, con el fin de cumplir con los diferentes roles y tipos de empresas.
Por lo anterior es necesario modificar los planes de estudios de los cursos y programas de educación superior para incorporar el desarrollo de habilidades duraderas, y a la par, desarrollar programas que permitan a los empleados reintegrarse de manera periódica al sistema educativo con mayor facilidad, para actualizarse o adquirir nuevas habilidades.
En suma, las instituciones de educación superior deben comenzar a reestructurar sus programas para satisfacer esta demanda de nuevas habilidades, con el fin de que las empresas encuentren la manera de proporcionar capacitación corporativa más eficaz y rentable en sus propias universidades.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es un digno ejemplo de ello, pues durante mucho tiempo se le señaló como estar desvinculada de las necesidades empresariales, pero desde hace al menos tres lustros cambió su chip y empezó a hacer revisión de planes de estudio cada cierto periodo – cuatro o cinco años en promedio-, además de que incorporó de manera muy fuerte, el Sistema de Universidad Abierta y Universidad de Distancia, con gran oferta en línea de las habilidades comentadas, lo que ha implicado generar sólidas bibliotecas digitales, e-books y generar contenido de forma constante.
P.D. Desde esta columna, va un fuerte abrazo y les deseo una muy feliz Navidad y lo mejor para 2020.