• Cada vez más empresas buscan hallar en la responsabilidad corporativa una forma de alcanzar a sus consumidores.

• Charlamos con Mary Kay y Fundación MAPFRE para que nos compartieran sus iniciativas.

• Es claro que las nuevas generaciones ya no buscan crear empresas tradicionales, y mucho menos trabajar bajo estándares que resultan obsoletos.

Uno de los departamentos que cada vez cobra más fuerza en los corporativos de las marcas es el relacionado con la sustentabilidad, responsabilidad social y la responsabilidad corporativa, aspectos que tienen una relevancia muy importante con el consumidor, ya que a partir de ellas tomará su decisión final de compra.

El consumidor actual se caracteriza entre otras cosas por su pensamiento dual, de tal manera que manifiesta una gran hipersensibilidad al precio (sin olvidar la calidad), al mismo tiempo que está dispuesto a pagar más por determinados artículos.

Es el caso de los productos de marcas socialmente comprometidas, aspecto reconocido por cuatro de cada 10 consumidores, que los incluyen en su cesta de la compra aunque les cueste más dinero, de acuerdo con el estudio “El consumidor frente a la responsabilidad social corporativa de las marcas”, elaborado por la consultora Nielsen.

Cada vez más empresas actúan a través de sus propias fundaciones, o ayudan a otras para cumplir con metas que tienen que ver con el cuidado a la salud, al medio ambiente (desde el cuidado reservas naturales hasta la elaboración de productos biodegradables), o la asistencia social, sólo por mencionar algunos.

“Mary Kay tiene el propósito de enriquecer la vida de las mujeres y de los hombres. Enero Rosa se convierte en una de las campañas más importantes del año”, indicó Sofía Cárdenas, directora de marketing para consultoras de Mary Kay México.

Para la ejecutiva, la iniciativa “genera esperanza y pone en manos de mujeres productos de belleza confiables, elaborados con fórmulas innovadoras gracias a sus más de mil 400 patentes internacionales“.

En este caso, el tema que busca trabajar la marca es en la inspiración de sus colaboradores y colaboradoras para generar un mayor número de ventas, por lo que el impacto social es inferido más bien a un tema comercial.

Premiar el emprendedurismo

Por otra parte, la responsabilidad corporativa busca impulsar ideas creativas que potencien el funcionamiento de los diversos segmentos empresariales.

En México, se estima que 1 de cada 3 personas desea emprender, pero no lo intenta por miedo al fracaso. Lo cierto es que la innovación, creatividad y emprendimiento son considerados por las Naciones Unidas como factores que impulsan la economía de las naciones y generan empleo.

En este sentido, Fundación MAPFRE abrió, por segundo año consecutivo, la convocatoria para impulsar proyectos innovadores en el ámbito social.

“Buscamos proyectos destacados en los ámbitos de salud, movilidad y cultura del aseguramiento, enfocados en mejorar la vida de las personas. Los ganadores no sólo recibirán un apoyo económico que asciende a 30 mil euros, sino que también obtendrán asesoramiento personalizado y difusión de sus iniciativas, indicó Itzel Caamal, vocera de Fundación MAPFRE.

La convocatoria a la segunda edición de los Premios Fundación MAPFRE a la Innovación Social está abierta en Latinoamérica y Europa, desde el 15 de diciembre hasta el 31 de enero.

En México las micro empresas suman 3.9 millones y representan 97 por ciento del ecosistema laboral según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Es claro que las nuevas generaciones ya no buscan crear empresas tradicionales, y mucho menos trabajar bajo estándares que resultan obsoletos. Sin embargo, emprender de esta forma no es cuestión de edad, sino de actitud y visión.

¿Qué debemos tomar en cuenta?

Para Vicente Cortina, socio de FARO y líder de la práctica de la Estrategia de Marca y Estrategia de Innovación, escoger de una gran lista de oportunidades de crecimiento, es lo que más hacen sentido para el negocio en el corto y mediano plazo.

“La responsabilidad social empresarial es una gran herramienta para que las marcas puedan tener una voz en torno a los temas que importan a los consumidores. Pero el reto va más allá de las buenas intenciones y las ganas de ser aportar algo a la sociedad”, indicó.

El especialista señala que las marcas están buscando emprender en su comunidad, intenciones totalmente genuinas por parte de los equipos de marketing pero este tipo de acciones deben contar con prácticas adecuadas para realmente tener un impacto positivo y generar valor de marca.

Cortina indica que una estrategia bien ejecutada contribuye no sólo a un mejor lugar para vivir o la reducción de problemas que nos afectan a todos, también es una herramienta que maximiza el ROI; sin embargo, debe quedar claro que esto es un efecto de una buena estrategia y no el objetivo primordial, porque el consumidor cada vez tiene un mayor olfato para identificar las campañas que están “huecas”.