Todos lo sabíamos y estábamos enterados. Cuando nuestra firma digital avala que estamos de acuerdo en las condiciones de usar tal o cual aplicación asumimos legalmente que aceptamos que toda la información que destila nuestro perfil digital será usada por las marcas y entidades para sus fines de investigación, comercialización e inteligencia digital. Estamos dentro del juego que es muy fácil. Nosotros nos convertimos en unos generadores de contenido clave para conocernos en nuestra identidad digital a nosotros mismos y a nuestro círculo cercano de personas que influenciamos o nos influencian.
La microfocalización es una metodología usada por Facebook y muchos péneles digitales de investigación desde hace más de 20 años para conocer el mercado y comportamiento del consumidor en su vida digital. Como todo en la vida puede servir para hacer cosas maravillosas para la humanidad o como herramienta de la maldad más pura. Es una forma de acercamiento para obtener conocimiento de los usuarios de la vida digital, de lo general a lo particular. Una segmentación de las personas de lo más sincrética y aproximada. Apoyándose en el Big Data y los algoritmos de las redes sociales. A través de preguntas muy sintéticas se va paso a paso logrando una aproximación muy elemental, como una gran lupa. Es un macro macro zoom a las personas y sus identidades digitales. Para llegar al final de cuentas a la separación de dos grupos fundamentales: La esperanza o el miedo. Los libertarios o los conservadores. Estos dos grupos son fundamentales para el control político de las personas y de sus decisiones de vida. Si eres del grupo que tienes miedo, con mucha probabilidad votarás por lo conservador y si eres del grupo de la esperanza, votarás por los innovadores, radicales y liberales. Entonces resolviendo el algoritmo que logre separar a los conservadores de los liberales, mandaremos información y contenido relevante para las dos audiencias. Muy sencillo, a los conservadores les hablamos mal de los candidatos liberales y a los votantes conservadores les hablamos mal de los candidatos liberales. Así reforzamos los votos duros de un bando y del otro. Mantenemos el capital político de unos y otros votantes seguro. Esto no es ilegal, porque nosotros como usuarios de la vida digital, aceptamos que nuestra identidad digital sea utilizada para investigar los mercados de marcas, consumo y mercado de votos. Lo que quizá no es ético, es utilizar estos insights de forma tan maquiavélica.
¿Por qué está haciendo tanto ruido el escándalo de Cambridge Analytica?
Uno. Porque la información fue utilizada de forma indirecta para fines electorales y no comerciales. Esto es meterse de forma directa con los mecanismos de control y poder del Estado.
Dos. Al saber la vulnerabilidad de los miedos y esperanzas de las personas, podemos generar noticias falsas y verdaderas para apoyar en la manipulación de sus decisiones de voto electoral y claro, también de su comportamiento de consumo.
Tres. Se sospecha que este tipo de estrategias de influencia de votantes fue utilizado en EE.UU y Reino Unido, principales detonadores de votos que han orientado el control político al nuevo conservadurismo de Trump y el Brexit. Hasta el momento no hay nada comprobado.
Cuatro. Muchas de las marcas y agencias de investigación utilizan estos métodos de panel digital para obtener insights de sus clientes.
Cinco. Cambridge Analytic cuenta entre uno de sus fundadores a Steve Bannon, estratega político de Donald Trump y creador de Breitbart News, medio digital que ha sido acusado de difundir noticias falsas para promover el nacionalismo y neo-conservadurismo.
Seis. El día de ayer Facebook perdió un 30% de valor en sus acciones. Algo nunca visto en una empresa digital desde hace más de 25 años.
Todos aquí tenemos participación en lo que esta pasando. En primer plano, nosotros como usuarios de la vida digital por no tomar conciencia que nuestras computadoras y teléfonos inteligentes son un espejo fiel de nuestra vida digital y analógica.
