Esta época del año siempre nos sirve para pausar y reflexionar; para hacer un alto y revisar los resultados que se lograron en el año, identificar si se lograron las metas de ventas, si nuestra marca logró posicionarse como se había planteado entre otros muchos resultados. Sin duda momentos para detenerse y definir el rumbo para el año que llega.
En el tema personal también lo hacemos, revisamos como estuvo el año, que propósitos sí cumplimos y llevamos a cabo y que muchos otros se quedaron sólo como buenos deseos.
Esta semana quiero compartirles 3 recomendaciones que a mí en lo personal me han ayudado mucho a que mis propósitos de año nuevo, tanto personales como profesionales no sólo se queden en buenos deseos, como muchas veces pasa si no llevarlos a la realidad.
1.- Realistas; tus propósitos deben ser realistas; si te propones algo en lo personal como por ejemplo hacer ejercicio todos los días de la semana, que es un propósito muy común pero nunca logrado y cada año nuevo te lo propones y nunca lo cumples pues es muy poco probable que lo logres este año.
Mejor proponte algo que en realidad creas que lo vas a lograr, puede ser de poco a poco, por ejemplo: hacer ejercicio por lo menos una vez a la semana y así es mucho más probable que lo logres. En el tema profesional, por ejemplo: si te propones duplicar las ventas y el año pasado apenas lograron la meta y este año se ve un poco incierto pues es lo mismo que lo de hacer ejercicio, no es realista y poco probable. Esto no quiere decir que nos volvamos conformistas o mediocres, si no todo lo contrario lograr lo que nos propongamos y no seguir procrastinando.
2.- Escríbelos; lo que no se escribe no se cumple, (escribirlo en puño y letra) créanmelo a mi me ha funcionado. Todo lo que me he propuesto y lo he escrito lo he llevado a cabo, por que escribirlo significa mucho más que eso, significa que estás haciendo una introspección y te está quedando claro lo que te propones por que finalmente el único beneficiado eres tú y nadie más.
Por ejemplo: En mi familia hay una tradición familiar, cada año nuevo escribimos 1 propósito cada integrante de la familia y lo compartimos en la cena de año nuevo. Después esos papelitos los guardamos en un frasco de cristal donde vamos poniendo también papelitos escritos con los logros importantes que nos han sucedido durante el año, y al final del año la idea es sacar los papelitos leerlos y revisar si los cumplimos o no los propósitos y saber qué logros tuvimos durante el año que nos hicieron sentir felices.
3.- Uno o dos maximo; muchas veces nos emocionamos y hacemos 5 propósitos de año nuevo y pareciera que son pocos sin embargo si analizamos podrían ser casi inalcanzables. Hay que ser realistas con lo que definimos como propósitos, por ejemplo: en tu vida profesional tienes más de 5 propósitos y cada uno de ellos significa hacer un esfuerzo extra para lograrlo lo único que va a pasar es que no vas a llegar ni al tercer mes y vas a tirar la toalla por la ventana porque son muchas variables que se tienen que desarrollar para cumplirlos.
Otro ejemplo: si eres una persona impuntual para las reuniones y quieres mejorar en ese aspecto, proponte llegar 10 minutos más temprano a todas las juntas o reuniones del año y con tan sólo ese propósito cumplido te vas a sentir tan bien que el próximo año vas a estar motivado para proponerte algo más e ir integrando más variables a tus propósitos.
Les deseo mucha salud y paz para 2019; gracias por leerme y acompañarme este año cada jueves y dejarme compartir con ustedes un poco de lo que voy a aprendiendo en este maravilloso camino de la vida profesional y personal.
¿Listos para escribir su propósito de año nuevo?