Toshiba está pasando por un momento muy oscuro. La compañía lleva ya meses lidiando con el escándalo y el agujero financiero que dejó la manipulación de su contabilidad, por la que su entonces CEO, Hisao Tanaka, tuvo que renunciar en julio pasado. 

Ahora la manufacturera japonesa anunció a los mercados que podría tener pérdidas por 4 mil 500 millones de dólares como consecuencia de los costos que implicará el despido de 7 mil personas en su división de electrónicos.

La compañía ya había anunciado que vendería sus plantas de fabricación de televisiones en Indonesia a la compañía china Skyworth, y que cerraría su negocio de venta de televisores en todos los mercados extranjeros. De acuerdo con el diario Financial Times, también está en curso una negociación con Fujitsu para fusionar su negocio de computadoras portátiles, que terminaría por integrarse con la división de computadoras personales de Sony, que ya es dueña de la división de sensores fotográficos de Toshiba.

El director de Toshiba, Masashi Muromachi, dijo a la prensa que una de las decisiones más dolorosas que ha tenido que tomar es la venta de la mayoría de su participación accionaria en uno de sus negocios más redituables, el de la tecnología para equipamiento médico, para poder enderezar su situación financiera.

Toshiba está teniendo que enfrentar las consecuencias por haber inflado sus ganancias en casi mil 300 millones de dólares durante siete años. Ahora, con la verdad expuesta ante los mercados, las acciones de la compañía con más de 140 años de historia han perdido casi un 10 por ciento de su valor tras el anuncio sobre las posibles pérdidas. De acuerdo con la AFP, en lo que va del año las acciones de Toshiba se han depreciado casi un 50 por ciento.

Toshiba fue la primera compañía en lanzar al mercado una computadora portátil, y es la compañía inventora del DVD.