Una serie de acontecimientos desafortunados han ido minando la reputación de la armadora de autos eléctricos, Tesla, así como de su fundador, Elon Musk, quien a mitad de semana perdió el semblante, lo que derivó en una pérdida de dos mil 800 millones de dólares.
Hace unas semanas te dimos a conocer una serie de publicaciones en Twitter con motivo del april’s day fools, en los que anunciaba la bancarrota de la firma automotriz así como de una especie de caída moral, con su famosa bebida “Teslaquilla”, algo que lejos de ser una buena estrategia, le costó una caída en las acciones del siete por ciento.
Asimismo, desde hace unos meses no se logra concretar la solides en la producción de su Model 3, por lo que gente cercana a Musk ha indicado a diversos medios que el CEO de la firma se encuentra en un momento de sobrecarga laboral y mental.
Con estos antecedentes llegamos a la conferencia telefónica que se llevó a cabo el pasado miércoles en la que Musk perdió las formas; el trato con la prensa así como con representantes de inversionistas fue hostil, además de que se le observó soberbio. Derivado de ello la fortuna personal del fundador de la firma también se vio afectado, diversos reportes señalaron que un día después de este hecho la fortuna personal de Musk descendió 632 millones de dólares.
En lo que va del año las buenas noticias no parecen acompañar a la armadora, otro episodio desafortunado tuvo que ver con el accidente detonado por Tesla en el que un conductor falleció a borde de un SUV Model X, que se encontraba con el sistema de manejo semi autónomo, lo que derivó en una investigación por parte del gobierno estadounidense.
Durante los últimos cinco años, los papeles de Tesla han sido de los más codiciados; desde 2013 sus acciones han visto un incremento en su valor del 700 por ciento; no obstante, luego del pico de septiembre del año pasado, los títulos han visto una contracción del 26 por ciento.
The 2 questioners I ignored on the Q1 call are sell-side analysts who represent a short seller thesis, not investors
— Elon Musk (@elonmusk) 4 de mayo de 2018
Elon Musk se ha sobrecargado de trabajo, es común verlo dormir en la fábrica de Tesla; de igual modo, su carga emocional le impide tomar mejores decisiones para su firma y su imagen. Y es que múltiples analistas se preguntan hasta cuándo podrá darse el lujo de comportarse de manera errática y por cuánto tiempo el mercado seguirá apostando por él.