A todos nos ha pasado. Puede que después de un tiempo considerable o peor aún, segundos después de conocer a alguien, te des cuenta (con horror) que no recuerdas nombre ni apellido de la persona que acabas de conocer y debes mantener una incomoda conversación, mientras tu cerebro divaga buscando una pista para dar con la información que necesitas.
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Pero no todo está perdido, pues, según Business Insider, estos útiles tips, pueden ayudarte a salir del apuro, con éxito:
1.- Pide a la persona que coloque su número de teléfono en tu dispositivo. Es la mejor manera de obtener su nombre si tener que preguntarlo, pues usualmente escribirá en el aparato tanto su número telefónico como su nombre completo. Además de tener sus datos para futuras oportunidades.
2. Pregunta por su direcciĂłn de email. La mayorĂa de las personas utilizan su nombre y/o apellido para crearla, asĂ que existe una gran posibilidad de lograr obtener el nombre, además de quedar bien al mostrar interĂ©s en mantener el contacto y servir de tema de conversaciĂłn, si por ejemplo, en los datos de la direcciĂłn, se menciona el lugar de trabajo.
3. Preséntale a un amigo. En una fiesta o encuentro de networking, realizar presentaciones es muy usual, por lo que busca a un amigo o conocido que esté cerca, para presentárselo a la persona con la que conversas, pero de la que no te recuerdas el nombre.
4. Espera a que termine la conversación y pregunta a un amigo. Es probable que alguna de las personas que conoces en la fiesta, le conozca pueda facilitarte la información.
5.- Pide su tarjeta de trabajo. Hazlo si la conversación es animada y hay predisposición de compartir. Es una excelente forma de no olvidar nunca más el nombre (y demás datos) de la persona.
6.- Pide a tu interlocutor deletrear su nombre o pregĂşntale si tiene algĂşn apodo que prefiera. Aunque pueda parecer algo simple (y hasta tonta si resulta que se llama por ejemplo Juan) la primera parte puede servirte si tienes al menos la nociĂłn sobre la dificultad de su nombre o apellido y la segunda puede encajar perfectamente, si se sabe llevar la conversaciĂłn hacia el tĂłpico de los nombres, sin quedar en evidencia.
7.- Pregunta si conoce el significado de su nombre, de donde procede o si sabe porque sus padres decidieron llamarle asĂ. Es un tema divertido de conversaciĂłn, que siempre da pie al interlocutor a extenderse y aportar mucha informaciĂłn.
8.- Sea creativo. Si las circunstancias y el ambiente lo permiten, puede utilizar la táctica de “he escuchado que es casi imposible pronunciar tu propio nombre con un acento diferente, por lo acostumbrado que esta nuestro cerebro” y comenzar por tratar de pronunciar el nuestro, para luego preguntar, “¿puedes hacerlo?.”
9. Finaliza la conversación recordándole tu nombre. Una vez que estés acabando (y ninguna de las otras tácticas haya funcionado) puedes decir algo como: Fue un placer conocerte, yo soy … de … , cuál era el tuyo?”
10. Sea honesto y directo. En muchas ocasiones es más sencillo, disculparse y pedir, educadamente, que por favor te recuerden el nombre que se te ha olvidado. Se agradecerá la honestidad y se entenderá la situación pues lo más probable es que a esa persona también le haya pasado y pueda ponerse en tu lugar. Y en este caso, mientras más rápido se haga durante la conversación, mejor.