“Batman” está de regreso sí, ya parece un poco broma, otro poco ironía y otro poco una promesa cumplida (o, al menos, eso se espera).
“Batman” es el personaje que más encarnaciones ha tenido en la pantalla grande; con Robert Pattison, suman ya siete los actores que han sido el “Caballero de la Noche”, siendo sus antecesores Adam West, Michael Keaton, Val Kilmer, George Clooney, Christian Bale y Ben Affleck.
El tiempo entre uno y otro se ha ido reduciendo cada vez más. A Ben Affleck lo vimos el año pasado en Zack Snyder’s Justice League e, incluso, existen rumores de que, dada la existencia del universo extendido de DC, podría volver. Si Spider-Man es el súper héroe más querido como se discutió aquí en “3 razones por las cuáles Spider-Man es el superhéroe más popular”, es tiempo de discutir por qué Batman regresa y regresa (aunque suene a título del filme de 1992); ¿por qué nos identificamos con él?
The Batman es el primero de los filmes o, mejor dicho, de los reboots del personaje que no contará el inicio del héroe. En su lugar, comienza cuando lleva ya un año combatiendo el crimen y sigue al “Acertijo”, quién ha estado haciendo de los ciudadanos de la élite de Ciudad Gótica sus víctimas; para detenerlo, deberá hacerse de nuevos aliados mientras descubre secretos que unen a su familia con acciones corruptas. Está basado en “Year One”, “Batman: The Long Halloween” y “Dark Victory”.
La decisión del cambio omite uno de los aspectos de fácil identificación (la pérdida de sus padres), pero constatará que el afecto y la aceptación del personaje no está únicamente en ello.
A diferencia de una gran mayoría de súper héroes, “Batman” no tiene súper poderes. Es decir, como se muestra desde su infancia y se constata más adelante en realidad no es “tan especial”. Vaya, podría decirse que era un niño rico más y la muerte de sus padres (ya tan conocida) cambia eso. Entonces, su deseo de justicia está en cierta forma motivado por la venganza, pero mucho más allá por el sentido de justicia y ello plantea justo otro de sus aspectos centrales: es un héroe en el límite de convertirse en villano en aras de realizar su cometido. “El caballero de la noche” lo resume muy bien en una frase que dice Harvey Dent / “Dos Caras”: “O mueres como un héroe, o vives lo suficiente para convertirte en el villano”.
Esa lucha por mantenerse del lado del bien es una constante en el héroe que tiene una fuerte pero vulnerable ética y eso lo hace profundamente humano, pues es falible. Ahora, eso no es lo único. Aún y cuando Batman es rico y eso le facilita, sin dudas, su labor, su mérito está también en otro aspecto: es producto de la disciplina.
Para poder hacer frente a los villanos, Bruce Wayne / “Batman” se ha entrenado en distintas disciplinas y aún y con el paso de los años no deja que ello aminore, a pesar de los dolores, su condición física. El físico no es el único aspecto, Bruce Wayne también se ha ocupado en mantenerse al día intelectualmente lo que se refleja tanto en los gadgets como en las estrategias para acabar con los criminales.
Considerado lo anterior, “Batman” es un ideal de la capacidad humana. Más allá de que en algunas iteraciones tiene o no ayuda, es un héroe que recae en sí mismo, en su fortaleza humana, en su propia inteligencia; en sus recursos. Es un gigante de la capacidad humana determinado a “desenmascarar la verdad”, como dice el eslogan de The Batman, y hacer justicia.