“¿Morirías por mí?” le pregunta El Guasón a Harley Quinn en “Suicide Squad”, uno de los estrenos más contrastante en la historia del Universo Cinematográfico Extendido de DC Comics. La película recaudó más de 700 millones de dólares de un presupuesto de 175, pero fue un fracaso ante críticos (un 27% en el meta sitio Rotten Tomatoes); los fanáticos de los cómics tampoco la aceptaron del todo. Aun así, uno de sus aciertos fue la inclusión de Harley Quinn, la psicóloga transformada en criminal tras enamorarse del Guasón, que rápidamente llamó la atención y se convirtió en una figura mediática. Ello hizo que tanto Warner Bros., el estudio tras el filme, como Margot Robbie, su intérprete, prepararán tratamientos sobre posibles películas con la criminal arlequín como protagonista. “Aves de presa y la fantabulosa emancipación de una Harley Quinn” es el resultado y la prueba de lo que un personaje bien trazado puede hacer tanto comercial como ideológicamente.
En primera instancia, Harley Quinn o la Dra. Harleen Frances Quinzel es un personaje con quien la gente se puede relacionar pues está definida por un error fatal: su compasión. “Suicide Squad” no elabora tanto en ello, pero el enamoramiento de Quinzel por el Guasón nace de su deseo de ayudarlo, de la pena que siente por lo que ha vivo. Más pronto que tarde termina envuelta en una relación romántica y tóxica que “Suicide Squad” retrató, mostrando cómo, si bien Quinn no es del todo inocente, sí es permisiva, ante el maltrato psicológico que El Guasón ejerce sobre ella. En ese sentido, desde esa cinta ya se percibía un deseo de liberarse o emanciparse de Harley el cual ha quedado confirmado desde los tráilers de “Aves de presa”. Y ahí, está lo curioso pues en uno de ellos se puede entender que la recién concluyó por una mano distinta a la suya. Ahí está otra cuestión clave, que opera de forma esencial para “Aves de presa”, la personalidad de Harley Quinn.
No hay nadie como Harley Quinn. Su personalidad es una mezcla de niña-mujer que oscila entre la inocencia y la maldad y que combina fuertes dosis de caprichos, rabietas y sentido del humor. Todavía más, en cierta forma, la personalidad cinematográfica de Harley Quinn podría compararse con la de Deadpool, en tanto es irreverente, pero en un tono distinto. Esa característica es vital, pues el espectador se identifica con el protagonista, sobre todo, porque a través de ellos puede “hacer” y “decir” lo que piensa y no puede o no se atreve. A todo ello hay que agregar, que no sólo es divertida, también es inteligente, llena de recursos, ingeniosa, coqueta, soñadora y sexy.
Ahora bien, Harley Quinn funciona también como personaje pues tiene tanto deseos, como temores. Está lejos de ser perfecta, quiere ser mejor, quiere ser amada, quiere pertenecer. En “Aves de presa” es claro que quiere comenzar de nuevo, reinventarse o encontrar quién es la verdadera Harley Quinn. Esto es esencial pues permite que el público se identifique con ella y no sólo que la mire a la distancia. En “Suicide Squad” es la mujer enamorada que no es del todo correspondida y que sufre maltrato. En “Aves de presa” busca liberarse, más allá de lo físico, del Guasón, y lo hace, a su particular manera, con la ayuda de un grupo de amigas.
Por último, está la imagen de Harley Quinn que es un muy buen reflejo de su personalidad. Es por demás llamativa y extravagante. Fue un aspecto que también llamó la atención en “Suicide Squad” y si bien se ha dosificado su lado “sexy” en “Aves de presa”, sin duda sigue siendo parte de sus distintivos. Todo ello crea un “paquete” que la ha hecho, al igual que otros personajes emblemáticos y memorables. Así las cosas, la primera aventura de Harley Quinn y sus amigas (Margot Robbie ha declarado que “Harley necesita amigas”) prospecta alrededor de 50 millones de dólares en su estreno en EE.UU. Es una cifra sólida para un spin-off de su tipo, aunque aún está lejos de los números que están alcanzando los nuevos lanzamientos, pero “Shazam!” debutó con una cifra muy similar y aseguró su lugar en el Universo Cinematográfico Extendido de DC Comics. Que levante el vuelo, Harley Quinn.
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