Esta técnica permite dar una reestructura general a algún texto o contenido, haciendo que sea más digerible y entendible para la audiencia a la que va dirigida.
La síntesis puede realizarse sobre una sinopsis, artículo, sumario, entre otros escritos y suelen ser muy útiles para realizar cualquier clase de estudio, ya que contienen la información más importante del texto original.
El primer paso para elaborar una síntesis, es identificar las ideas principales del texto original; te recomiendo hacer una lectura completa del texto, después vuelve a leer y subraya las ideas más importantes, analiza el porqué estas podrían marcar una diferencia en el contenido.
Una vez que hayas identificado las diferentes partes de la versión original del texto, es momento de resumir en un documento nuevo, sin modificar las ideas que expuso el autor original, siendo recomendable jerarquizar la información, puedes emplear diversas técnicas de esquematización, tales como diagramas, índices, cuadros sinópticos, mapas mentales o cuadros comparativos, entre otros.
Organiza la información de forma clara y concisa. Para organizar la información, lo más recomendable es identificar la estructura del texto original, es decir, la introducción, desarrollo y conclusión.
En una síntesis se deben evitar oraciones demasiado largas, la adjetivación abundante y la repetición de ideas. Es mejor redactar párrafos cortos, sin sacrificar la claridad y coherencia del texto. Una de las principales características de la síntesis es que respeta la idea original del texto, y al mismo tiempo admite la inclusión de aclaraciones personales y estilo de quien realiza la síntesis.
Ahora estás listo para sintetizar cualquier mensaje y hacerlo más digerible para la audiencia a la que quieres llegar. “Una síntesis vale por diez análisis.” — Eugenio d’Ors.