• El esquema de negocio informal que han manejado las “nenis” representa, según el INEGI, casi una cuarta parte del producto interno bruto del país.

• El esquema de ventas de las nenis tiene como principal herramienta el uso de las redes sociales.

• Las nenis han utilizado este sistema como alternativa a la desigualdad laboral, bajo una perspectiva de género, que hay en México.

Desde hace algunos años, el negocio informal del sector femenino decidió dar un paso adelante y adoptar un esquema de negocio favorable a sus necesidades, imponiéndose a los obstáculos del sector formal que muestran cómo la desigualdad laboral, desde una perspectiva de género, sigue estando presente en 2022.

El esquema de negocio informal de las “nenis”

Según DataMÉXICO, la población mexicana durante 2020 fue de 126,014,024 habitantes, en donde el 48.8 por ciento representa a los hombres, mientras que 51.2 por ciento son mujeres. Durante ese período hasta el segundo trimestre de 2021, la población económicamente activa de México fue de 57.7 millones de personas, en donde sólo el 39.3 por ciento representa a las mujeres y el 60.7 por ciento a los hombres.

Ante esto, el negocio informal ha crecido gradualmente, y ahí es donde las nenis han encontrado un nicho para desarrollarse laboralmente, pues datos de El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revelaron que de las 65.4 millones de mujeres, 22 millones poseen empleo. De éstas, sólo 14.8 millones tienen trabajos formales y 6.3 millones se dedican al esquema de negocio informal.

No obstante, se informó que de cada 100 pesos que se generan en México, el esquema de negocio informal es responsable del 26 por ciento de esto. Finalmente, tras los datos arrojados, se muestra que las nenis generan un valor económico equiparable al 19.3 por ciento de esa cifra del PIB del país. Durante 2019, las cifras de cierre se valoraban en 5 billones de pesos.

¿De dónde viene el término “neni”?

El negocio informal ha sido cambiante y ha buscado adaptarse a los medios de cada generación. Las anunciantes que iban de puerta en puerta lograron aclimatarse a los cambios de las redes sociales y con ello lograr compartir y vender sus productos de una manera más sencilla.

A través de aplicaciones como Shopify o bazares en línea como GoTrendier, sitios de venta como Mercadolibre y Amazon, o utilizando espacios de market place en redes sociales como Facebook, las nenis han logrado conseguir un amplio abanico de opciones para desarrollarse en el ambiente laboral.

Pero, ¿de dónde viene le término “nenis”? Este nació como una burla hacia el sector femenino de anunciantes informales, pues algunas de ellas utilizaban expresiones como “nos vemos en punto medio, neni” o “sí, nenis, nos vemos en el metro”.

Esto pronto generó tendencias en redes sociales que buscaban ridiculizar a las emprendedoras por el tipo de idiolecto adoptado por ellas que al mismo tiempo las identificó por una de las palabras más recurrentes, “nenis”.

Sin embargo, con el tiempo esto ha estado cambiando, pues como se ha expuesto anteriormente, la identificación con este término ha revalorizado el contenido semántico del mote empleado por sus detractores, al punto en el que se ha establecido casi como una designación sin valor peyorativo.

Por ello, el término “neni” realmente refiere a las mujeres que utilizan los medios y las redes sociales de las plataformas digitales a su alcance para anunciar sus productos y venderlos, de esta manera, contribuyendo al movimiento económico del país.

Crecimiento y desafío de las nenis en la pandemia

Debido a la crisis sanitaria por la que atravesamos desde 2019, tras el impacto económico por el que muchas empresas aún no se recuperan, la alternativa al negocio formal fue una opción necesaria para muchs, hoy en día emprendedores, que buscaron salir adelante una vez se vieron privados de su principal fuente de ingresos.

Las nenis se han establecido como una comunidad de emprendedoras que ha tenido que remar contra corriente, ya sea por lidiar con las barreras de género, al tratar de establecerse de manera profesional bajo sus propios medios, y por no contar con sindicatos, ni prestaciones, ni ninguna de esas ventajas que ofrecen los empleos afiliados a empresas, hospitales o sitios de gobierno, por mencionar algunos.

Además, las nenis deben enfrentarse al acoso de las redes sociales y a los problemas de entrega en “punto medio”, pues en algunas zonas como el Sistema de Transporte Colectivo, lugar recurrente, está prohibida la venta y distribución de sus productos.

Finalmente, podría considerarse que en cada entrega arriesgan también su integridad, al no tener la certeza total de quién y cómo es la persona que está comprando sus productos.

Ahora lee:

Compra a Neni afuera de Oasis Coyoacán y plaza le da este ejemplar castigo

Shein impulsa negocio de “nenis” en redes sociales

Neni evitó el MP gracias a su “panza normal”; convierte las burlas en su mejor publicidad