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El marketing social consiste en la aplicación de herramientas del marketing comercial para influir en el comportamiento de los grupos sociales o poblaciones con el fin de mejorar su bienestar personal y social.
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Aplicado a las empresas o marcas, la labor es una gran estrategia de posicionamiento de marca.
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En sí, el marketing social es una estrategia que permite el cambio de ideas, creencias, conductas, valores o prácticas sociales para mejorar y desarrollar la salud de los individuos y de la sociedad por medio del reforzamiento de hábitos y comportamientos saludables.
El marketing social, según BBVA, puede definirse como el uso de las técnicas de la mercadotecnia para difundir ideas que beneficien a una sociedad, su objetivo es que las personas adopten ideas o comportamientos positivos.
Los teóricos Kotler y Zaltman, lo definen como “el diseño, la implementación y el control de programas para influenciar la aceptabilidad de ideas sociales e involucrando consideraciones de producto, planeación, precio, comunicación e investigación de mercados”.
En sí, su accionar está dirigido a la sociedad y se enfoca en la solución de problemas de índole colectiva, en pro del bienestar y siempre a favor del grupo humano involucrado. Y también, busca incrementar la aceptación de una idea o causa social en determinados grupos objetivo.
¿Por qué las marcas tienen que hacer marketing social?
Las razones son para ayudar a humanizar la marca de cara a los stakeholders, la empresa contribuye a construir una mejor sociedad, los clientes asocian valores positivos que refuerzan la propuesta de valor de la marca, incrementa la reputación y estrecha los lazos entre los clientes.
¿Cómo aplicar un plan de marketing social?
Según el informe “Marketing de las causas sociales”, los pasos de aplicación de un plan de marketing son el diagnostico el problema, informarse, actuar de adentro hacia afuera y poner el plan en marcha.
En el diagnóstico del problema, la compañía debe concientizar a su público de que, al consumir su producto o servicio, se está beneficiando a la población o al medio ambiente. En ese sentido, debe de haber una investigación del problema social y estudiarlo a fondo con la recopilación de información y su contraste, solo así, se podrán formular las hipótesis correctas y establecer soluciones viables.
En su libro “Marketing social, la gestión de las causas sociales”, el investigador Miguel Ángel Moliner Tema explica que hay tres grandes áreas que una empresa no debe descuidar: el marketing social interno, es decir, la empresa debe fomentar el cambio cultural desde adentro; el marketing social eterno, con el que se realizan estrategias para dar a conocer los valores y actitudes que promueve una empresa, y el marketing social interactivo, donde se prioriza al cliente como causa propia.
Al momento de aplicar el marketing social se tienen que aplicar programas educativos, como campañas, estimular acciones que beneficien a la sociedad en pro de cambiar comportamientos prejudiciales y favorecer a un grupo social vulnerable.
Finalmente, no se debe de olvidar que trabajar con marketing social es hacerlo con elementos culturales, como la sensibilidad social.
Las ventajas de integrar el marketing social para una marca o empresa es que trabajaran desde un lado más humano, aportaran a la sociedad acciones positivas que construyen y aportan valor. Además de que se sale de la zona de confort para diferenciarse de los competidores, teniendo un impacto comunicacional exponencial, el cual contribuirá al posicionamiento de la marca y creará una ventaja competitiva.
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